Más de 2.000 barcelonesas pedirán participar en el diseño de la ciudad

El I Congreso de las Mujeres de Barcelona congregará a más de 2.000 participantes, quienes pedirán que la voz femenina sea escuchada a la hora de diseñar y planificar la ciudad. Las congresistas también reclamarán un modelo de ciudad que tenga en cuenta las diferencias de sexo, cultura o etnia de sus habitantes. Las opiniones y sugerencias de más de un millar de mujeres, recogidas en cinco ponencias, serán debatidas en el encuentro, que tendrá lugar en el Palacio de Congresos los próximos días 15 y 16.

Bajo el lema La ciudad que las mujeres queremos, el congreso ha sido organizado por el Consejo de Mujeres de Barcelona, integrado por 25 asociaciones ciudadanas y 20 representantes de grupos de mujeres de los distritos. El número de mujeres inscritas ayer en el congreso superaba las 1.800, una cifra que con toda seguridad se irá incrementando hasta el mismo día del inicio del encuentro, el próximo viernes. Las expectativas de la organización ya han quedado, pues, ampliamente superadas, algo que resaltó ayer con evidente satisfacción Eulàlia Vintró, segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona y presidenta de la Comisión de Bienestar Social y Educación. Respecto a esta iniciativa, que cuenta con el apoyo técnico y organizativo del Ayuntamiento, Vintró dijo: "Es coherente con el trabajo que desde hace años llevamos a cabo [desde el consistorio] para favorecer la presencia de las mujeres en todos los ámbitos de la ciudad". La ponencia titulada El espacio urbano, el tiempo y las mujeres, redactada por la Fundación Maria Aurèlia Capmany, constata que la ciudad sigue construyéndose para que el hombre trabaje y la mujer se quede en casa. Ello no se corresponde con la realidad, puesto que, según el padrón de 1996, un 33% de las barcelonesas ejerce un trabajo remunerado fuera de casa. Otra ponencia propone construir más viviendas pensadas para mujeres que viven solas, y no sólo para núcleos familiares convencionales, y reclama una ciudad más segura para el colectivo femenino. La ponencia redactada por las mujeres inmigrantes lamenta la "mínima" participación de este colectivo en la ciudad. Una vez finalizado el congreso, se creará un Observatorio con el fin de velar para que las conclusiones no se queden en papel mojado. "Intentaremos que el Ayuntamiento y el resto de administraciones asuman las propuestas surgidas del congreso", dijo Vintró.