Kuwait pone en máxima alerta sus unidades en la frontera con Irak
Kuwait ha reaccionado con rapidez. Veinticuatro horas después de que el régimen iraquí reiterara sus reclamaciones territoriales sobre el emirato, el ministro kuwaití de Defensa, Salem Sabah al Salem, ordenó la puesta en máxima alerta de varias de sus unidades. No es la primera vez que sucede desde el final de la guerra del Golfo, en 1991, pero sí la primera en que la alerta es máxima. Kuwait estudia también la llamada a filas de parte de sus 24.000 reservistas.
Los últimos movimientos kuwaitíes están plenamente respaldados por el Gobierno de EEUU. El secretario de Defensa, William Cohen, aseguró ayer desde Washington que cualquier intento de Irak por retirar su reconocimiento internacional a Kuwait como país independiente representaría una "violación flagrante" de las resoluciones del Consejo de Seguridad. "Imagino que aquellos miembros [China y Rusia] que se han mostrado más reticentes en el pasado en aprobar el uso de la fuerza revisarían sus criterios al comprobar que la amenaza iraquí es real". "Observamos la evolución de los acontecimientos con mucho interés", dijo Cohen antes de reiterar que toda amenaza directa contra Kuwait, Arabia Saudí o los kurdos del norte de Irak sería un motivo suficiente para volver a bombardear. Según el diario kuwaití Al Rai al Aam, las fuerzas de seguridad del emirato han detenido en las últimas horas a 25 personas acusadas de espiar a favor de Irak y de preparar atentados en el interior del país con el fin de desestabilizar el régimen.
El domingo, el viceprimer ministro de Irak, Tarek Aziz, uno de los hombres de mayor confianza de Sadam Husein, reiteró su negativa -en un artículo publicado por un diario de Bagdad- a solicitar excusas formales por la invasión en 1989 de Kuwait, ya que se trató de la "respuesta a una agresión económica". Ese mismo día, el Parlamento iraquí solicitó al presidente Sadam Husein el rechazo de todas las resoluciones de la ONU aprobadas desde esa crisis por considerarlas "injustas". Entre éstas, atendiendo a las declaraciones de algunos diputados, se encuentra la que determinó la actual división fronteriza.
El régimen de Sadam Husein siempre ha sostenido que Kuwait es una parte histórica de Irak, que obtuvo su independencia gracias a una decisión unilateral británica con la que se garantizó el acceso a sus pozos petroleros.
La reiteración ahora de esa tesis, junto al rechazo a las dos zonas de exclusión aérea en el norte y sur de Irak (impuestas de forma unilateral por EEUU, Reino Unido y Francia), representa, a juicio de los expertos de Defensa estadounidenses, un claro desafío de Sadam a EEUU tras el fracaso político de los últimos bombardeos y la crisis abierta en el seno de la misión de inspección de la ONU en Irak (Unscom), muy tocada tras las revelaciones de la prensa norteamericana sobre el supuesto espionaje realizado por los hombres de Richard Butler (jefe de la misión) en favor de los intereses del Pentágono. Butler, sin embargo, negó ayer en Washington que vaya a dimitir, y manifestó que la Unscom, para la que sugirió cambios, "no está muerta".
Disparos en Mosul
El último de estos incidentes se produjo ayer, al norte del paralelo 36, en la zona de exclusión destinada a la defensa de los kurdos. Tres aviones estadounidenses, dos F-15 y un F-16, bombardearon una batería antiaérea iraquí cerca de Mosul tras haber sido iluminados por el radar enemigo. Esa iluminación del objetivo precede en unos segundos al lanzamiento de un misil tierra-aire. Los aviones norteamericanos tienen la orden de disparar y destruir toda batería antiaérea que los ilumine dentro de las dos zonas de exclusión.Ninguno de los tres aparatos sufrió daño alguno, según el Pentágono, que no pudo, en cambio, informar sobre los daños causados en tierra, pues aún estaban evaluando los informes técnicos suministrados por las cámaras instaladas en los aviones y por los satélites espías.
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