El Consell ignoró la propuesta de sus técnicos de ubicar en otra zona la Ciudad de la Luz
La Ciudad de la Luz de Alicante se construirá en un paraje distinto al recomendado por los técnicos de la Consejería de Obras Públicas. Un informe de octubre de 1997, que ayer hizo público Nova Esquerra, señala como idóneos para desarrollar el proyecto unos terrenos al oeste del término municipal, en la partida rural de Rabassa, pero el Consell decidió meses más tarde emplazar las instalaciones lúdicas en las estribaciones de la Sierra de Colmenares, al sur de la ciudad. El primer emplazamiento consolidaba el modelo urbanístico de la ciudad, y el segundo implica una sustancial modificación, según la oposición, que habló ayer de un pelotazo urbanístico promovido por el PP.
El informe sirvió de base a Nova Esquerra para hablar de "pelotazo" urbanístico auspiciado por el PP a través de las instituciones involucradas en el proyecto, el Ayuntamiento de Alicante y la Generalitat. Para el portavoz municipal de NE, Pablo Rosser, la clave estaba, y está, en el modelo urbanístico que el PP intenta imponer, favoreciendo el desarrollo del sur frente a otras áreas territoriales. "Está claro que Rabassa ganó por goleada a Sierra de Colmenares en las valoraciones técnicas, pero el PP crea un menú a la carta de acuerdo a intereses políticos y económicos muy concretos", aseguró el edil. Por encargo del Consell, los técnicos de la Dirección General de Urbanismo evaluaron ambos emplazamientos de acuerdo a 30 variables de escala territorial agrupadas en siete bloques: morfología del terreno, capacidad, vulnerabilidad, conexiones infraestructurales, afecciones, gestión y modelo territorial. La información tenía como objetivo orientar a las autoridades autonómicas sobre la localización idónea del parque de ocio, pero la decisión final confirma que el Ejecutivo que preside Eduardo Zaplana ignoró ese trabajo y se inclinó por el paraje menos adecuado desde el punto de vista técnico. Las variables estudiadas revelan que construir la Ciudad de la Luz en la partida de Rabassa comportaría importantes beneficios para Alicante y los promotores del complejo de ocio. Los técnicos destacaron la "notable" reducción de los costes de ejecución dadas las características del terreno, prácticamente plano, lo que además facilitaría el diseño de recorridos peatonales. Otras ventajas no menos importantes serían la consolidación del modelo urbanístico de la ciudad, por el oeste, y el empuje que se daría a la ejecución de la Vía Parque, una arteria "fundamental" para superar la estructura radiocéntrica de Alicante. Rabassa aportaba también posibilidades de ampliación de las instalaciones, agua potable, cercanía al centro urbano, idóneas comunicaciones... Las ventajas de la Sierra de Colmenares eran mínimas, pero a lo que se ve determinantes para los políticos: el régimen de brisas que atempera los rigores del verano, el paisaje que se divisa desde allí "no tiene parangón", y la Ciudad de la Luz contribuirá a la consolidación del área urbana integrada de Alicante y Elche, completando la oferta junto con la Euroagencia, la institución ferial y el aeropuerto. En el lado negativo, la próximidad de los depósitos de hidrocarburos y la afección aeroportuaria, lo que implicará una inevitable contaminación acústica por los aviones que aterrizan y despegan en L"Altet. Los técnicos concluyen con una nota a pie de página en la que explican que Rabassa "supera" a Colmenares en el número total de variables, lo que le otorga la condición de "localización preferida". Sin embargo, advierten que sería "muy aventurado" que el resultado del estudio se utilizara para influir en la decisión final, que fue distinta a su propuesta.
