¿Plantas transgénicas? No

Greenpeace rechazó ayer de plano la propuesta del grupo de expertos sobre Doñana reunidos por el CSIC de utilizar plantas transgénicas para la bioextracción del arsénico que el vertido de Aznalcóllar dejó en el río Guadiamar. Los ecologistas argumentan que el experimento de introducción de plantas modificadas genéticamente no es una solución viable porque puede acarrear problemas más graves: "Podríamos generar un nuevo problema de invasión y alteración de los ecosistemas". La organización considera que existen "suficientes pruebas sobre los daños" provocados por la introducción de "especies extrañas" como para permitir su uso en el entorno de Doñana. Experiencias de este tipo, aseguran, "han terminado alterando la microbiota del suelo o han provocado su escape incontrolado a otros ecosistemas con el consiguiente impacto". Greenpeace subraya que los propios investigadores han reconocido que hasta dentro de varios años no estarían disponibles las plantas transgénicas, "y aún así, no pueden asegurar su éxito". Las evidencias de presencia de arsénico no han supuesto ninguna novedad para el consejero de Medio Ambiente, José Luis Blanco. "Es algo sabido, no es novedad, que la descontaminación de arsénico es lo más complejo". Además, dijo, avala la necesidad de crear un corredor verde en la zona afectada por el vertido.