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Sevilla inicia los actos del centenario de Jorge Luis Borges de la mano de su viuda, María Kodama La esposa del escritor argentino recuerda el influjo del autor sevillano Cansinos Assens

Sevilla, una de las ciudades amadas por Jorge Luis Borges, será el primer escenario de la serie de homenajes al escritor argentino que jalonarán 1999. Sevilla pertenece a ese territorio que mezcla magia y realidad en el que Borges asentó la laberíntica arquitectura de su obra. En Sevilla nació, además, uno de sus maestros, el escritor Rafael Cansinos Assens, cuya influencia siempre destacó Borges. La viuda del escritor argentino, María Kodama, presentó ayer en la Diputación de Sevilla los actos de homenaje que dedicará la ciudad a conmemorar el centenario de Borges.

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Los actos que se celebrarán la próxima semana se desglosan en un encuentro de escritores, un espectáculo musical y un espectáculo de danza. Sevilla se suma, así, al grupo de ciudades -Venecia, París, Buenos Aires, Madrid, Tokio, México, Barcelona, Ginebra...- que recordarán la figura del autor de Ficciones y El Aleph. Sevilla concluirá su homenaje al acoger en enero del año 2000 una exposición sobre el escritor que recorrerá varias ciudades. "La ilusión de Borges era traerme a Sevilla y mostrarme la calle Sierpes. Sevilla, Córdoba y Granada le fascinaban porque tienen ese cruzamiento de culturas que dan una amplitud mental a los pueblos", indicó la viuda del escritor. Kodama, que estuvo acompañada por el presidente de la Diputación, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el escritor José María Álvarez, utilizó numerosos motivos borgianos en la conferencia de prensa celebrada ayer. "El centenario es como el jardín de senderos que se bifurcan, como un laberinto", afirmó la viuda de Borges. Kodama destacó que 1999 será un año centrado en evocar la figura del autor a través de actos organizados por instituciones y universidades. La viuda del escritor hizo hincapié en la exposición que recorrerá varias ciudades para concluir en Ginebra. La muestra incluirá las obras escritas en torno a Borges y distintos objetos que pertenecieron al escritor. "Allí va a ir una parte de la biblioteca, los libros que leía y anotaba", explicó la viuda de Borges. Kodama evocó con emoción la fuerza de algunas de las notas que dejó el escritor en las páginas de varios libros. "En la mitad de un libro lees que [Borges puso] "contradicción respecto a la primera página". Uno se da cuenta de que esas notas son reflexiones hechas por un chico de 16 años", relató Kodama. "La exposición concluirá en Ginebra en junio del año 2000, en el lugar donde Borges eligió morir. Esta exposición se hará en la ONU", explicó Kodama. La muestra de Ginebra dará a conocer, según Kodama, "el testamento para la Humanidad que se encuentra en el poema Los conjurados, lo que significaba Suiza para Borges en esa utopía de su adolescencia". "Para Borges, Suiza es el lugar con distintas lenguas y religiones donde, por un acto de voluntad, se decide formar un país. Eso es lo que Borges, un pacifista, deseaba para el mundo", comentó Kodama. Influencia en las ciencias La muestra en la ONU supone, de alguna manera, convertir la obra del escritor en un patrimonio cultural asumible desde distintas formas de pensamiento. Este hecho era impensable hace aún relativamente poco tiempo, cuando Borges era execrado por distintos sectores de la izquierda.De hecho, la inquina que le profesaron por razones políticas algunos intelectuales fue decisiva para que Borges no obtuviera el Premio Nobel. "Nadie es de todos. Cada uno es de uno mismo. Si la exposición va a la ONU, es porque quizás ha entendido el mensaje de Borges. Era un hombre muy polémico. Sus respuestas a los periodistas quizás pesaban más que su obra. Al desaparecer, esto ha pasado a un segundo lugar. Y está surgiendo lo que él era realmente. Su obra es extraordinaria y va abriendo posibilidades a la gente del campo del arte, de la ciencia... A medida que el tiempo pase, su obra se va a ir expandiendo a las ciencias", explicó la viuda del escritor. Kodama concluyó con un recuerdo hacia Cansinos Assens. "Borges me contaba muchas cosas sobre él, sobre el Viaducto [de Madrid, junto al que vivía Cansinos Assens], sobre las charlas con él. Borges lo consideraba un hombre de genio. Era una amistad de maestro y discípulo unida por su afición al aprendizaje de idiomas. Borges fue el primero que consiguió que se publicara en Alianza Editorial una parte de la obra de Cansinos", explicó la viuda del escritor.

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