El PP cierra la fase de las reclamaciones autonómicas y busca otra de cooperación

El Partido Popular cree que el "proceso descentralizador" de España "está asentado", con un nivel de transferencias autonómicas superior al de muchos Estados federales, y aboga por poner en marcha una "nueva fase" con "el acento en la cooperación", tras dar por cerrada la de reclamación de competencias. Ésta es la tesis del ministro de Trabajo, Javier Arenas, en su ponencia España plural, un proyecto de futuro en común, que se prevé como una de las más polémicas del XIII congreso nacional del PP.

Javier Arenas empieza su exposición reafirmando "el compromiso constitucional" del PP. En ese contexto, el PP se propone "impulsar para España una proceso de continuo diálogo que amplíe nuestros niveles de acuerdo y consenso". Aunque añade: "Es imposible dialogar si se parte de la creencia de que no hay otra verdad que la propia, mucho más, cuando esa supuesta verdad pretende imponerse por la fuerza". En el apartado sobre el futuro en común para España, Arenas explica algunas premisas del nuevo desarrollo del Estado de las autonomías que pueden chocar con la filosofía tradicional del PP. En ese punto, el dirigente del PP apuesta por un modelo autonómico que asegura las particularidades de determinadas autonomías sin perjudicar a otras: "La presencia de elementos homogéneos y heterogéneos fue recogida en la Constitución de manera inequívoca y en ella se garantiza que las comunidades no serán tratadas de manera uniforme, al tiempo que se asegura la presencia del principio de solidaridad entre todas ellas". El ponente popular precisa a continuación: "Los hechos diferenciales existentes, respetados y aceptados, no pueden generar situaciones de privilegio entre las comunidades de España".

El dirigente del PP presume acto seguido de las posibilidades ofrecidas por la actual Constitución para consolidar un país plural: "España es, pues, un Estado comprometido con la autonomía territorial, que tiende a una equiparación jurídica y política entre todas las comunidades que la componen, pero que respeta y garantiza sus singularidades".

Como conclusión, Javier Arenas coloca el modelo autonómico español entre los más avanzados en descentralización. Primero resalta que ese proceso "se ha desplegado con una rapidez extraordinaria", en dos décadas. Y destaca que "el nivel alcanzado de autonomía política real es tan profundo que es equivalente y, en muchos casos, netamente superior al conseguido en muchos estados federales o de mayor tradición descentralizadora".

El ponente autonómico del del PP asevera que "las experiencias plurales que existen en Alemania, Suiza, Austria o Estados Unidos indican que no hay prototipos únicos". Y afirma: "El modelo autonómico español, desde la óptica de los recursos públicos gestionados por el Estado en relación con las comunidades autónomas, sitúa a España en el primer puesto de los Estados más descentralizados de Europa Occidental". Arenas defiende que ahora, tras asentar y terminar ese proceso, hay que "poner el acento en la cooperación". Y ve "necesario que a la natural etapa de reclamación de competencias suceda una nueva fase en la que primen la asunción compartida de responsabilidades, las propuestas de cohesión y la mejora del modelo común en función de la eficacia y la eficiencia del servicio a los ciudadanos".

Sistema de financiación

En la discusión sobre el mejor sistema de financiación para las comunidades autónomas, el PP reafirma sus posiciones, apuntando que a corto plazo la actual distribución del gasto público (60% Estado / 40% entidades locales) tenderá a equilibrarse en el 50%. Los principios que según el PP deben presidir esa regulación son los de subsidiaridad, responsabilidad y solidaridad. Cuando concluya el actual modelo, en el 2001, el PP aboga por profundizar en esa senda ya iniciada de la corresponsabilidad fiscal, la autonomía financiera y la solidaridad interterritorial.