El Síndic advierte sobre las bajas temerarias en las obras de la CAC

La Ciutat de les Arts i les Ciències, uno de los grandes proyectos emblemáticos que desarrolla el Consell a través de CAC, SA, ha cobrado impulso definitivo durante el año 1997. Se han licitado concursos de ejecución de obras, redacción de proyectos y diversos servicios de asistencia técnica por un montante total de 20.195 millones de pesetas. Concursos que se han adjudicado definitivamente por un total de 12.603 millones, lo que supone una baja media del 39% en el conjunto. El informe de la Sindicatura advierte que las bajas oscilan entre el 19% y el 41% y alerta sobre los peligros que entraña tal volumen de descuentos sobre los presupuestos originales, por lo que sugiere "extremar los controles sobre la viabilidad de la oferta, la aparición de modificaciones y complementos significativos, así como la calidad de la obra construida". Legalmente las modificaciones sobre los presupuestos de adjudicación no pueden superar un 20% del total, pero en el caso de un proyecto de la envergadura de la Ciutat de les Arts i les Ciències es dudoso que se aplique la ley a rajatabla a riesgo de detener las obras. El Síndic sugiere que se sometan los proyectos a una oficina de supervisión de la Generalitat Valenciana. Y advierte sobre algunos contratos que incluyen sus propios servicios de asistencia técnica de la ejecución de las obras. Es el caso de la unión de empresas que construirá el Parque Oceanográfico, que salió a concurso por 12.596 millones de pesetas y fue adjudicado por poco más de 7.500. Un 3,5% de esa cantidad, 226 millones de pesetas, están destinados al servicio de vigilancia de las obras que controla el adjudicatario y que, según señala el Síndic, todavía no había sido contratado en junio de 1998. Dudas El informe de la institución que fiscaliza la gestión de los fondos públicos expresa diversas dudas sobre las fórmulas utilizadas en la adjudicación de los contratos. Señala, por ejemplo, que en diversas adjudicaciones se ha considerado la experiencia del licitador en obras similares con puntuaciones que han llegado al 20% sobre el total. Y considera impropio conceder tal importancia a la experiencia, que sólo debe tenerse en cuenta para evaluar la capacidad de los licitadores. El análisis de casos particulares de contratos de servicio arroja algunos comentarios espinosos en el informe de fiscalización. El Síndic señala que en un mínimo de 19 casos, CAC, SA, no ha acreditado que se hayan respetado las garantías de publicidad y libre competencia de las ofertas, ni se ha demostrado que las adjudicatarias sean las únicas empresas capacitadas para suministrar los servicios en cuestión. Lo más sorprendente es que el Síndic señala que CAC, SA, no tiene fijada una cuantía mínima a partir de la cual debe recurrir a la licitación pública con las pertinentes garantías de transparencia, publicidad y libre competencia.