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El Consell ajusta el 20% de su presupuesto con facturas de cobro más que dudoso. El Consell exige a la Seguridad Social 81.187 millones en 1997 pero sólo logra arrancar 2.000

El presupuesto de la Generalitat de 1997 se cerró con unas expectativas de ingreso por facturas pendientes que sumaban más de 290.000 millones de pesetas, cerca del 30% del total. Las dos terceras partes de esa cantidad, 191.371 millones, corresponden a facturas que la Consejería de Hacienda debía haber cobrado antes de 1997. Es decir, el Consell mantiene en el aire un 20% de su presupuesto desde hace dos años con facturas de cobro más que dudoso.

La liquidación de los presupuestos correspondientes a la era Zaplana al frente de la Generalitat muestra una tendencia creciente en la partida correspondiente a las expectativas de cobro. Bajo la rúbrica de derechos pendientes, José Luis Olivas, consejero de Hacienda, ha pasado en las sucesivas liquidaciones desde 133.000 millones en 1995 a 247.000 en 1996 y, finalmente, elevó la partida a 290.868 millones para cuadrar los números de 1997. Sin embargo, el paso del tiempo pone al descubierto las dificultades con que tropieza Hacienda para ingresar efectivamente esas cantidades. El cuarto de billón de pesetas que debía engrosar las arcas de la Generalitat para cuadrar los números correspondientes a 1996 se recortó en cerca de 11.000 millones que Hacienda decidió anular por considerarlos incobrables. Durante 1997, la consejería logró ingresar 45.727 millones, apenas una quinta parte de las cantidades pendientes con una eficacia en la recaudación que se sitúa en el 19%. Los ingresos correspondientes al ejercicio de 1997 fueron modificados al alza respecto al presupuesto inicial por una cantidad superior a los 30.000 millones de pesetas, pero al cierre del ejercicio Hacienda había renunciado a ingresar más de 37.000. A pesar de las anulaciones de facturas efectuadas a lo largo del año, la Generalitat cerró el ejercicio con 99.498 millones pendientes por ingresar, una cantidad que ronda el 10% del presupuesto. En conjunto, a finales de 1997 un 30% del presupuesto estaba en el aire.El medido lenguaje que utiliza la Sindicatura de Comptes en su informe correspondiente a 1997 no deja lugar a dudas en las recomendaciones finales sobre la ejecución de ingresos: "No se deben utilizar, para financiar gastos, los derechos pendientes de cobro que se consideren de difícil o imposible realización". El riesgo de inflar los ingresos repercute directamente en el vicio que Olivas se apresuró a denunciar cuando entró de puntillas en las Consejería de Hacienda esquivando los supuestos agujeros financieros que dijo haber heredado de sus predecesores socialistas. Los ingresos pendientes a finales de 1995 se elevaban a poco más de la tercera parte de las cantidades que baraja ahora el responsable de Hacienda para cuadrar los ingresos con los gastos. La anulación de facturas afectó entonces a 64.000 millones, la mitad de los derechos pendientes. La factura más importante que Hacienda mantiene viva sobre el total de 191.371 millones pendientes de cobro de ejercicios anteriores a 1997 está girada a la Seguridad Social y asciende a 81.187 millones. A lo largo del ejercicio, Hacienda logró recaudar 2.040 millones de esa cantidad, apenas un 3% de lo previsto. El Consell anuló facturas pendientes con la Seguridad Social durante 1996 por un total que rondaba los 50.000 millones. Sin embargo, el mismo año, generó créditos por expectativas de cobro procedentes del mismo pagador por una cantidad superior a los 46.000 millones. El Estado también se mostró remolón a la hora de cubrir los 54.815 millones que la Generalitat reclamaba antes de 1997 en concepto de transferencias corrientes. Durante el ejercicio objeto de análisis por parte de la Sindicatura de Comptes, la Consejería de Hacienda logró recaudar 11.528 millones de esa factura, poco más del 20%, de modo que la Generalitat considera pendientes de ingreso 43.827 millones para obras ejecutadas con subvenciones finalistas. Alerta Las expectativas de crédito permiten avalar pagos pendientes, pero si no se ingresan cuando se liquida el presupuesto con el Estado, es decir, en el ejercicio correspondiente a 1997, pasan a engrosar el cúmulo de ingresos dudosos. La Sindicatura de Comptes alerta sobre la situación en sus conclusiones relativas a la ejecución de ingresos pendientes de ejercicios anteriores a 1997: "El grado de realización conseguido al cierre del ejercicio es del 19%. La antigüedad de estos derechos y su bajo grado de realización, hace que se haya de cuestionar su cobrabilidad". Con la fórmula relativa a las recomendaciones especificadas en ejercicios anteriores, la Sindicatura sigue sus advertencias sobre el riesgo de inflar los ingresos: "Antes del cierre presupuestario se deben revisar los derechos pendientes contabilizados para que sólo figuren como tales los que tengan una cobrabilidad razonablemente justificada y para anular los que haga falta a fin de que no formen parte del resultado presupuestario". El órgano fiscalizador de la Generalitat sugiere "intensificar las acciones encaminadas a cobrar aquellas deudas con un origen muy antiguo y las de mayor importancia económica". Por su volumen, destacan en el grupo de facturas pendientes de cobro las referidas al impuesto sobre sucesiones. A principios de 1997, Hacienda esperaba ingresar 21.654 millones de ejercicios anteriores. A lo largo del año logró recaudar 2.366 y anuló 6.033 ante la evidencia de que jamás los ingresaría. Las expectativas se redujeron, a final de 1997, a 15.621 millones, de los que permanecen pendientes 13.255. Respecto a los ingresos correspondientes a 1997 que no se recaudaron durante el ejercicio, llama la atención la partida correspondiente a fondos procedentes del exterior que se refiere a enajenación de inversiones reales. El presupuesto original de 19.115 millones fue modificado al alza en más de 4.000. De hecho sólo se recaudaron 1.138, apenas un 7% de lo previsto. Y se anularon 5.807, correspondientes a inversiones que no se ejecutaron en el plazo previsto, como exige Bruselas para dotar las subvenciones finalistas.

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