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MUJERES

El lado femenino de la cúpula del III Reich

Dos años y medio de meticulosa recopilación de datos de archivo han dado a luz una publicación con biografías bien documentadas de Magda Goebbels, Carin y Emmy Göring (primera y segunda esposa de Hermann Göring, responsable de los campos de exterminio), Leni Riefenstahl (famosa cineasta dedicada a la propaganda nazi), Gertrud Scholtz Klink (líder de la institución de mujeres del III Reich), Geli Raubal (sobrina de Hitler), Eva Braun (amante del dictador) y Henriette von Schirach (esposa del gobernador nazi de Viena).El libro recoge a veces aspectos muy desconocidos, como el hecho de que Magda Goebbels, la fanática adoradora de Hitler, esposa del ministro de Propaganda del III Reich Heinrich Goebbels, fuese sionista antes de conocerlo. Magda tuvo una intensa relación amorosa con el ruso judío Chaim Vitaly Arslosoroff, venerado hoy en Israel como uno de los pioneros sionistas.

El libro Las mujeres de los nazis, de la historiadora austríaca Anna Maria Sigmund, ha sido publicado el pasado noviembre en Austria, donde se vendieron 25.000 ejemplares el primer mes.

Según la autora, las mujeres del séquito de Hitler no respondían al ideal de mujer propagado por la doctrina nazi: no eran amas de casa, ni se esforzaban por procrear en abundancia (a excepción de Magda Goebbels, que tuvo seis). Los nazis querían que la mujer regresara a las tareas domésticas y no interviniera en asuntos políticos. A partir de 1933, una ley "contra la saturación de escuelas y universidades" impuso cuotas para estudiantes: sólo se admitía un 1,5% de judíos y un 10% de mujeres.

Un corte abrupto

Especializada desde hace años en la imagen de la mujer a través de la historia, Anna Maria Sigmund observa que "la élite femenina del Tercer Reich era una generación impregnada por el espíritu de emancipación de principios de siglo, mientras que la dictadura nazi significó un corte abrupto en el desarrollo de la independencia de la mujer, un bache del que aún estamos saliendo".

Hitler decía: "La gente muy inteligente sólo debe tener una mujer primitiva y tonta. ¡Imagínese que yo tuviese una esposa que intentara intervenir en mi trabajo! En mi tiempo libre quiero tranquilidad, no podría casarme". Pero al final de su vida hizo una concesión: se casó con Eva Braun en 1945 dos días antes de suicidarse con ella.

Eva nunca se afilió al Partido Nacionalsocialista. Solamente se fijaba en los acontecimientos políticos para saber cuándo tendría su amante tiempo libre para ella. Desesperada por el abandono, más de una vez intentó seriamente suicidarse -una vez se disparó en el cuello con la pistola de su padre-. "Respondía a la imagen clásica de la mujer que no se interesa en absoluto por la profesión de su marido", resume la historiadora.

Las supervivientes de la élite nazi negaron siempre haber tenido conocimiento del genocidio. Tras la victoria de los aliados, la actriz Emmy Göring dijo en su defensa: "Mi único delito fue haber amado a mi marido". Su marido había ideado y dirigido los campos de exterminio.

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