Un papel de oro
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
La planta de papel de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) de Burgos es la encargada de realizar las pruebas para la fabricación del papel de los futuros billetes de euros, cuya producción industrial se iniciará, previsiblemente, la próxima primavera. La planta dedica más del 60% de su producción a la exportación, según declaró ayer a Efe su director, Carlos Montes. Junto a países que reciben constantemente papel procedente de la capital burgalesa, como Nigeria, Chile o México, hay un elevado número de Estados que son clientes esporádicos, entre los que se encuentran Turquía, Argentina, Bolivia, Indonesia o Bangladesh.
"La fabricación de papel para diferentes países supone una complicación importante, ya que tiene que hacerse de una manera muy personalizada", explica Montes. Las diferencias en las marcas de agua de papel, los hilos de seguridad y el tono y grosor del papel obligan a constantes reajustes de la maquinaria.
La planta de la FNMT, que produce anualmente unas 2.000 toneladas de papel, inició su actividad en los años cincuenta y cuenta en estos momentos con una plantilla de 160 trabajadores.
