Maragall considera una victoria que Pujol rectifique y convoque las autonómicas en otoño

"El país ha impuesto su opinión: primera victoria", ha dicho Pasqual Maragall para expresar el juicio que le merece la renuncia de Jordi Pujol al proyecto de adelantar las elecciones autonómicas catalanas. La victoria corresponde, especificó, a la opinión pública y a quienes, como él, han sostenido que no había "ninguna razón" que justificara convocar a las urnas antes de hora. Un Maragall visiblemente satisfecho calificó este momento como "el principio del fin del largo dominio del partido oficialista". El ex alcalde de Barcelona, como el resto de la oposición, considera positivo que Pujol agote la legislatura.

El candidato socialista a la Generalitat de Cataluña vaticinó que las elecciones municipales de junio son ahora la próxima gran ocasión para decir "ya basta" al "largo monopolio autonómico que ha durado 19 años". Pasqual Maragall acompañó estas consideraciones, hechas el jueves, con un nuevo llamamiento a formar una alianza cívica y política de centro izquierda, que agrupe a empresarios y payeses, a sindicalistas y profesionales, a mujeres y jóvenes y sea capaz de obtener el apoyo de los ciudadanos del área metropolitana y la Cataluña interior."Cataluña se merece este proyecto, que es el que nos permitirá ganar amigos en España y en Europa", aseguró Maragall. Y también aportó algunos eslogans pensados para estas fechas: "Este es el año del cambio", "año nuevo, presidente nuevo". El ex alcalde recordó que ya en enero de 1998 Pujol dio la legislatura por prácticamente agotada. Maragall citó tres factores como responsables de que el presidente se haya visto obligado a echarse atrás en su intención de adelantar las elecciones. El primero, la ya citada opinión pública casi unánime, que incluía los criterios de casi todos los partidos. El segundo, la presión de los alcaldes de Convergència, que temían verse arrastrados en junio por una derrota de CiU en marzo. Y el tercero, el miedo a perderlas. "El miedo y no las encuestas", apuntó, "porque las encuestas señalan desde hace ya tiempo que hay una mayoría de ciudadanos que quieren un cambio político en Cataluña". Lo que ahora hay por delante es, según Maragall, un año de trabajo político en el que "Pujol tiene que hacer de presidente, gobernar, en vez de meternos en campañas sobre pactos fiscales y huelgas de impuestos".

El aspirante socialista convocó a los partidos de la oposición a no ceder a la tentación del electoralismo permanente y sostuvo que ahora hay que plantear en el Parlamento catalán los debates que el país requiere sobre sus problemas reales. Citó unos cuantos de los que ya son clásicos en sus enumeraciones: la ampliación del aeropuerto, las grandes infraestructuras, la Feria de Barcelona, la pasividad del Gobierno catalán ante los problemas del campo y de la enseñanza. También cuestiones como el papel de Cataluña en Europa y propuestas como la del democristiano Joan Rigol para la reforma del Senado y la del PSC sobre federalismo fiscal. Aunque no se mostró muy optimista acerca de lo que pueda conseguirse. "Con estos mimbres no se pueden hacer cestos, y con este Gobierno que tienen no aguantarán hasta el final de legislatura", agregó Pasqual Maragall.