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El PP "arrasa" Navacerrada con un "mamotreto", según los ecologistas

El edificio del nuevo telesilla de Guarramillas, en Navacerrada, ha originado una nueva polémica antes de que concluya su construcción. Los ecologistas denunciaron ayer que el inmueble es un "mamotreto urbanístico que arrasa el entorno en un alto emblemático de la sierra de Guadarrama", según Santiago Martín Barajas, representante de Ecologistas en Acción.

Alfonso Varea, delegado de Deporte y Montaña, la empresa pública que gestiona la actividad en el puerto, aseguró ayer que el telesilla ocupa la misma extensión de terreno que la instalación antigua: "Lo que antes estaba a la intemperie, ahora está a cubierto", explica.

Ecologistas en Acción denunció las obras a la Fiscalía porque, según ellos, se hacían en una zona del parque regional de la Cuenca Alta del Manzanares, de máxima protección medioambiental y en la que está prohibido levantar nuevas edificaciones y sólo se permiten las reformas de edificios ya existentes. El fiscal atendió esta queja y presentó denuncia contra los responsables regionales. El juez desestimó la denuncia al entender que las obras se ejecutaban fuera del parque.

Los ecologistas consideran que "la mole de piedra y cemento" rompe con el entorno. "La obra ha supuesto una grave erosión de suelo", señala Martín Barajas. PASA A LA PÁGINA 7

Un altillo con varias mesas

El nuevo refugio de Navacerrada triplica la capacidad del viejo

Varea lo niega y asegura que "el edificio no es un restaurante, sino un refugio", y que "la segunda planta es sólo un altillo donde se colocarán varias mesas", señaló. El consejero de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja, del PP, calificó el establecimiento como "un refugio donde tomarse un caldito y unas patatas con chorizo" en una comparecencia en la Asamblea de Madrid. "El refugio no tiene cocina para no contaminar. Tendrá un microhondas para calentar los alimentos. La comida se hará en un restaurante del puerto. Nadie va a comer de gourmet, sino que tendrán que tirar de bocadillos y cosas así", explicó Varea.Aún se desconoce qué empresa o particular va a explotar el negocio del alto; Deporte y Montaña se baraja como uno de los posibles titulares del negocio. Sea refugio o restaurante, el nuevo edificio de Guarramillas requiere de la licencia del Ayuntamiento de Navacerrada, del PP, para su apertura.

Pero para los ecologistas, "la construcción del nuevo edificio [el del telesilla] entra dentro de la línea de falta de respeto y de absoluto desprecio que vienen mostrando Deporte y Montaña y el PP hacia la sierra madrileña. Ésta ha sido la empresa más nociva que ha entrado en la sierra de Guadarrama", criticó Martín Barajas. Para este ecologista, "Deporte y Montaña es el Atila que está destrozando los picos de Navacerrada", concluyó Martín Barajas.

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