Inaugurado un tramo de dos carriles en la carretera de El Escorial
La carretera de El Escorial, M-505, por la que circulan cada día 16.000 coches, ha alcanzado sus máximas dimensiones posibles, según afirmó el pasado jueves Alberto Ruiz-Gallardón, presidente regional, durante la inauguración, en Las Rozas, del último tramo desdoblado en esa vía. Las obras, que han costado 975 millones, han consistido en la construcción de una variante de dos kilómetros entre el puente de Retamar y la urbanización Molino de la Hoz.
"Hemos llegado al límite donde la conservación medioambiental permite el desdoblamiento; a partir de este punto se mejorará el trazado, el firme, pero no se pueden producir más desdoblamientos, hay que conjugar la mejora de la vías de acceso con los valores medioambientales", afirmó Ruiz-Gallardón.
El presidente regional destacó "el especial cuidado en la protección del medio natural con la plantación de árboles y arbustos en las zonas adyacentes y las glorietas", así como "la seguridad y comodidad que ofrece el nuevo tramo al haberse aplicado un firme que reduce el ruido generado por el tráfico y facilita la conducción en condiciones de lluvia".
Durante los trabajos, la Consejería de Obras Públicas ha rehabilitado el puente de Retamar, del que ha eliminado el firme existente, sustituyéndolo por una calzada unidireccional de adoquín de granito.
Las obras ejecutadas por la Comunidad de Madrid han incluido asimismo la construcción en la comarcal 505 de siete nuevos puentes: dos sobre el arroyo de Lazarejo, de 74 metros de longitud; otros dos sobre el río Guadarrama, de 150 metros; dos sobre el barranco de Itamen, de 46 metros, y uno en el acceso a Molino de la Hoz.
