Italia dedica una exposición al preciosismo español de Fortuny

, Italia acoge, desde este mes hasta el 18 de abril, la exposición Fortuny y la pintura preciosista española, dedicada a la obra de Mariano Fortuny (Reus, 1838-Roma, 1874) y a una generación de artistas pertenecientes a la llamada pintura preciosista española. Una corriente que se desarrolló mayoritariamente fuera de España durante el último tercio del XIX, en torno a la figura del pintor catalán. La mayoría de los lienzos de esta colección, propiedad de Carmen Thyssen-Bornemisza, es la primera vez que se muestran al público.

En esta muestra de carácter monográfico, que se inauguró el 20 de diciembre, se pueden contemplar 53 lienzos del propio Mariano Fortuny, de Joaquín Sorolla, José Benlliure, Eugenio Lucas Villaamil, Raimundo de Madrazo, Martín Rico Ortega, Francisco Miralles, Antonio María Reyna y Emilio Sala, entre otros.Esta exposición supone la primera selección monográfica de pintura preciosista española con unos límites cronológicos y temáticos muy definidos. Se ha presentado en primer lugar en el Museo Cívico de Catania (Sicilia) y a partir del 4 de marzo hasta el 18 de abril viajará a Roma, donde podrá visitarse en la Academia Española de Bellas Artes, cuya sede se encuentra en el antiguo convento de San Pietro in Montorio, en la colina del Gianicolo (Roma).

Casi todos los artistas de esta exposición, al igual que su mentor, viajaron a Italia como becados en la Academia Española de Bellas Artes y se impregnaron intensamente del espíritu de Fortuny, bien porque tuvieron de algún modo una relación directa con el pintor o porque trataron de aprovechar el prestigio de su nombre o de su forma de pintar.

La pintura preciosista corresponde a un momento histórico complejo en el que los artistas se vieron desasistidos del antiguo mecenazgo real y eclesiástico y se sintieron atraídos por los brillos del mercado privado. Las circunstancias socioeconómicas de finales del XIX favorecían la comercialización masiva de un tipo de pintura -de evasión- compuesta de temas agradables, de buena factura técnica y formato no muy grande, que fue ávidamente solicicitada por los coleccionistas, la alta burguesía y aficionados europeos y americanos.

Intensidad lumínica

Las obras de este conjunto de pintores que se exponen en Italia permiten comprobar cómo el paso por Roma supuso, tanto para Mariano Fortuny como para sus seguidores y artistas españoles contemporáneos, entrar en contacto con sus colegas italianos caracterizados por el uso de la pincelada corta y enérgica, con especial interés por captar la intensidad lumínica.Viajar a la capital italiana era una oportunidad única en su proceso de aprendizaje y formación artística. Muchos de ellos residieron también en París, otro referente obligado y propicio para lograr el ansiado reconocimiento artístico y también rápidas compensaciones económicas.

Esta muestra dedicada a la pintura preciosista, denigrada por generaciones posteriores formadas en el espíritu vanguardista, supone contemplar obras de una corriente pictórica que hasta ahora eran de difícil acceso. Aunque el hecho de que esta colección se encuentre en constante crecimiento (Carmen Thyssen se ha convertido en una firme defensora) facilita cada vez más realizar exposiciones temáticas acerca de este estilo.

El conjunto de esta escuela de pintores participa de una unidad temática: escenas anecdóticas, costumbristas españolas, de ambientación oriental y, particularmente, el paisaje. Influida también por el virtuosismo y la captación de tipos de su maestro. Fortuny era en el último tramo del siglo XIX uno de los artistas más internacionales y cotizados de los pintores españoles, lo cual propició ese influjo entre sus seguidores. Nacido en el seno de una familia modesta, Mariano Fortuny viajó también a Marruecos como reportero gráfico, un país que le impresionó y le renovó decisivamente su pintura rebosando su paleta de color.