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GESTIÓN

La oposición califica de "hortera" y "cutre" la iluminación navideña de la Puerta de Alcalá

Antonio Jiménez Barca

La hilera de luces que siluetea de noche el contorno de la Puerta de Alcalá, colocada por la empresa telefónica MoviStar para celebar la Navidad y de paso instalar un anuncio, ha merecido las críticas de la oposición municipal: "Es un adefesio cutre típico de este equipo de Gobierno", resumió ayer el portavoz municipal socialista, Juan Barranco. El concejal de IU Franco González añadió: "Es una horterada irrespetuosa: con la Puerta de Alcalá no se puede hacer eso". Marisa Castro, de IU, también consideró "una cutrería" estos adornos. "Estamos hartos de que este equipo de Gobierno venda todo, ahora hasta la Puerta de Alcalá", añadió.

El concejal de Obras, Enrique Villoria, del PP, responsable de la iluminación, respondió: "Hombre, los gustos son discutibles. A mí me gusta y a muchas personas que han hablado conmigo también". El edil aseguró que el Ayuntamiento no paga "ni un duro" por esta iluminación, que ha costado 20 millones de pesetas. Villoria añadió que una de las razones por las que le parece bien el adorno "es el de la novedad". "Los adornos luminosos que se ponen en Navidad en las calles son siempre los mismos, porque el Ayuntamiento no se gasta dinero en reponerlos, así que creo que viene bien un poco de originalidad". Franco González replicó: "Sólo faltaba que el Ayuntamiento tuviera que pagar dinero por este estropicio". La iluminación durará hasta después de la fiesta de los Reyes Magos.

Debajo de los arcos de la Puerta de Alcalá, el Ayuntamiento, ayudado por la Asociación de Belenistas, instala siempre un belén que consiste en un portal de buen tamaño, el Niño, la Virgen, San José y los animales. La semana pasada alguien ("un fetichista", según la policía), robó el Niño, que pesaba siete kilos. Al día siguiente, el alcalde, José María Álvarez del Manzano, del PP, anunció que el belén estaba otra vez completo porque "en cuanto se tuvo conocimiento del incidente se buscó un Niño de repuesto".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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