Movimientos de tropas yugoslavas en Kosovo hacen presagiar el inminente estallido de una guerra

, Las fuerzas yugoslavas y la guerrilla independentista del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) están a punto de iniciar una nueva guerra. Mientras, los países occidentales que forzaron el actual alto el fuego no pueden hacer otra cosa que observar y manifestar su preocupación. En los últimos días se han multiplicado los incidentes y los movimientos de tropas por ambos bandos. Cuerpos militares y policiales serbios, escoltados por carros de combate, han empezado a movilizarse y a abandonar sus cuarteles -en los que Belgrado prometió que permanecerían- para tomar el control de posiciones estratégicas o reconquistar parte del territorio ocupado por el ELK.Los rebeldes, que penetraron en muchas de las zonas abandonadas en octubre por los serbios, han intensificado también sus esfuerzos de reclutamiento. En las últimas semanas, el ELK ha recibido grandes cantidades de pertrechos militares, según informaron fuentes diplomáticas. Durante la pasada semana, ocho serbios fueron asesinados en Kosovo. Belgrado acusa a los rebeldes y amenaza con una acción de venganza.

El comandante en jefe de la OTAN en Europa, general Wesley Clark, y altos funcionarios estadounidenses viajaron el lunes a Belgrado con el objetivo de recordar al Gobierno yugoslavo sus compromisos de octubre y la necesidad de enfriar la situación.

No obstante, todas las fuentes occidentales consultadas no son demasiado optimistas. Dudan de que se pueda impedir un nueva guerra, a pesar de que muchos predijeron que el durísimo invierno balcánico (el llamado general invierno) sería el principal aliado de la paz. El jefe de la misión occidental en la provincia de Kosovo, el norteamericano William Walker, milita, en cambio, en el campo de los optimistas, aunque considera que cualquier solución pasa por persuadir al Gobierno yugoslavo y a los rebeldes. "Espero que la gente no sobreestime nuestros recursos", se lamentó Walker. "No tenemos muchos".

Según el actual plan aprobado por la OTAN, cerca de 2.000 observadores internacionales llegarán a Kosovo dentro de un mes para vigilar el mantenimiento del alto el fuego y apaciguar las tensiones. Sin embargo, existe una posibilidad elevada de que la guerra estalle antes.

Guerrilla fuera de control

Un alto diplomático occidental en Kosovo asegura que los movimientos militares serbios parecen demostrar que Belgrado considera que la guerrilla está de nuevo fuera de control y que es necesario pasar de inmediato a la acción. "Si esto es así", asegura el diplomático, "habrá guerra".Nada hacía presagiar que la situación fuera a deteriorarse tan deprisa. En octubre, el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, se comprometió, bajo la amenaza de ataques aéreos de la OTAN, a cesar todas las operaciones militares y a retirar la mayoría de sus fuerzas de la zona.

Algunos analistas consideran que los movimientos de Milosevic tienen mucho que ver con la crisis en Irak, pues ha aprovechado que la atención internacional se halla lejos de su frontera para tomar posiciones antes de que finalice el invierno.

En el terreno político no ha habido avances en las negociaciones. Belgrado ofrece una autonomía limitada a los kosovares, que representan en 90% de la población de la provincia, y éstos exigen la independencia, uno de los objetivos declarados por el ELK.