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EL PROCESO DE PAZ

Aznar resalta que el comunicado de ETA "abre la esperanza de una paz definitiva"

Luis R. Aizpeolea

El presidente del Gobierno, José María Aznar, valora positivamente el comunicado que ETA hizo público el lunes por la noche al confirmar la tregua indefinida de la banda. Aznar añadió que esta confirmación mantiene abierta la esperanza de alcanzar la paz definitiva en el País Vasco. El presidente hizo esta breve declaración, al poco de publicarse el comunicado, en la cena navideña de los parlamentarios del PP, celebrada en un hotel madrileño. El tercer comunicado de ETA tras la tregua, además de confirmarla, pide al Gobierno el reconocimiento de la territorialidad y de la soberanía de Euskadi.

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Tanto José María Aznar como el ministro portavoz del Gobierno, Josep Piqué, se manifestaron ayer sobre los aspectos más positivos del comunicado de ETA y dejaron de lado los sombríos. Piqué, en los pasillos del Congreso, reiteró el discurso de Aznar: "El presidente ya dijo el viernes que no iba a ser intérprete de la voluntad de ETA y que se constataba una evolución que permitía la esperanza de conseguir la paz". "El comunicado confirma el diagnóstico del Gobierno", dijeron ayer desde La Moncloa.Desde el Gobierno se insistía, además, en que el comunicado de ETA es "esperanzador" porque la banda lo publica a las 72 horas de la última declaración del presidente Aznar y pide el contacto con el Ejecutivo por vez primera desde la proclamación de la tregua indefinida de ETA el pasado 16 de septiembre. Hasta ahora, los pronunciamientos de ETA se habían dirigido a los partidos nacionalistas vascos. Se produce, además, la particularidad de que el Gobierno anunció a primeros de noviembre que la situación sería "preocupante" si, de cara a las Navidades, ETA no expresaba su voluntad de conectar con el Ejecutivo. Pero el comunicado del lunes por la noche despeja esta situación.

Josep Piqué se refirió a la negativa de contactos directos con el Gobierno que denuncia el comunicado de ETA. "En ningún momento el Gobierno ha manifestado que haya mantenido contactos directos con ETA", replicó el ministro portavoz, que el pasado viernes señaló que el Ejecutivo había mantenido "contactos significativos" con el entorno de la banda, esto es, Herri Batasuna.

Tanto Aznar como Piqué evitaron responder directamente al desafío del comunicado de ETA a que el Gobierno central reconozca la territorialidad y el llamado "ámbito vasco de decisión". Piqué ofreció una respuesta indirecta, al señalar que Aznar ya dijo el viernes, en su declaración de La Moncloa, que no se iba a convertir en "el intérprete de la voluntad de ETA". Medios gubernamentales manifestaron ayer que el Ejecutivo ya tiene una posición ante el proceso de paz y que Aznar la ha aclarado en sus dos últimas declaraciones públicas, la del tres de noviembre y la del 18 de diciembre. En la primera de ellas, la del tres de noviembre, Aznar autorizó los contactos con ETA para conocer la disposición de esta organización terrorista a abandonar definitivamente las armas y para sondear sus pretensiones.

En la intervención del pasado viernes en La Moncloa, Aznar, una vez admitido que el Gobierno había mantenido unos primeros "contactos significativos" con el entorno de ETA, se comprometió a reforzar el diálogo político con todos los partidos, incluído Euskal Herritarrok (EH), con la única condición de que rechace la campaña de presiones que sufren los cargos políticos del PP en el País Vasco.

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El presidente del Gobierno no precisó, en su declaración del 18 de diciembre, cual sería el ámbito de ese diálogo político, pero oficiosamente puede ser el Parlamento Vasco, la mesa de partidos de ámbito vasco que previsiblemente convoque Juan José Ibarretxe una vez que sea investido lehendakari, o la ronda de conversaciones, discreta u oficial, que con cierta habitualidad mantiene La Moncloa con todas las fuerzas políticas.

En cuanto a ETA, el ámbito de diálogo que le puede ofrecer el Gobierno puede ser ilimitado. "Si el presidente del Gobierno dialoga en el Parlamento con independentistas catalanes, también lo puede hacer con independentistas vascos, eso sí, en condiciones de normalidad, sin presiones", señalaron ayer en fuentes gubernamentales.

Pero la capacidad de negociación de ETA aparece acotada por los puntos 9 y 10 del Pacto de Ajuria Enea que señalan que con la banda sólo puede decidirse el futuro de sus presos y son los partidos, legitimados por las urnas y, con ellos EH, los que tienen capacidad para negociar decisiones políticas. "ETA no está legitimada por las urnas y, como tal, no puede ser interlocutor político del Gobierno", manifiestan las mismas fuentes gubernamentales.

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