Herri Batasuna confirma que ha mantenido una "comunicación" con representantes del Gobierno
HB confirmó ayer que una delegación designada por su Mesa Nacional "ha mantenido comunicación con representantes del Gobierno español". Pocas horas después de que ETA ratificara a través de un comunicado la continuidad de la tregua y se declarara abierta a contactos con el Ejecutivo, HB aseguró que sigue dispuesta "a profundizar con seriedad y responsabilidad" en lo que califican de "proceso de comunicación". Pero remarca, según una declaración hecha pública ayer, "que su carácter sea el de marco de reflexión política en torno a las raíces del conflicto y sus claves de resolución".
Por eso la coalición independentista advierte al Gobierno de que "huya de tentaciones que pretendan deformar tal caracterización" sobre las raíces políticas del conflicto. Los cuatro miembros de la delegación negociadora designada por la dirección de HB -Arnaldo Otegi, Pernando Barrena, Íñigo Iruin y Rafa Díez Usabiaga- comparecieron ayer ante los medios de comunicación en Pamplona para dar cuenta del análisis del proceso realizado el día anterior en Bilbao por la Mesa Nacional.Su portavoz , Arnaldo Otegi, se limitó a dar lectura a una declaración escrita sin admitir ni una pregunta de los informadores, ni añadir dato alguno al texto repartido, en el que consideran positiva la oferta del presidente del Gobierno, José María Aznar, realizada el pasado viernes, para que Euskal Herritarrok (EH) se sume a una mesa de diálogo entre partidos políticos sobre el proceso de paz.
En el documento, HB afirma haber acogido "con receptividad y responsabilidad" la propuesta del Ejecutivo español "por mantener niveles de comunicación con Herri Batasuna". El ministro portavoz, Josep Piqué, aseguró el pasado día 18, poco después de la declaración presidencial, que existían "contactos significativos" con esta formación política.
Ahora, la coalición indica que, siguiendo "un criterio de transparencia elemental y haciendo frente tanto a lecturas interesadas como a malas interpretaciones" debe hacer saber "a la sociedad de Euskal Herria" a la que pretenden "servir", que ya se ha mantenido "comunicación" con representantes del Gobierno Español.
Coincidencias con ETA
HB coincide en dos cosas con el comunicado de ETA: primero en caracterizar de político el diálogo con el Gobierno y evitar cualquier tentación de negociar la paz a cambio de presos. Y, segundo, en denunciar las "filtraciones y rumores" sobre los contactos directos con la organización terrorista que, según ETA, sólo pretenden "desviar el proceso que se abre paso en Euskal Herria".El análisis de HB se inicia reiterando la necesidad de pronunciamientos que "complementen adecuadamente" la "imprescindible transparencia de actuación", calificando de "histórica" la perspectiva "de tránsito" abierta en Estella y centrando su atención en la "posibilidad de que se constituya un nuevo Gobierno en Gasteiz [Vitoria] con vocación de coger el testigo de este acuerdo en su gestión político-institucional". No obstante, HB matiza su optimismo sobre la evolución del proceso y califica de "especialmente significativa" la "hipocresía" con que, a su juicio, el Gobierno "gestiona esta nueva situación". Así, Otegi señaló que "el Ejecutivo pretende hacer de su posición a favor del diálogo un factor de cosmética política que en absoluto responde a las actuaciones prácticas que está desarrollando".
En referencia a la alusión de Aznar en su última declaración institucional de que "no hay niveles tolerables de violencia" -en referencia a la campaña de amenazas contra los ediles del PP-, el documento de HB se pregunta si no son muestras de violencia política "la conculcación permanente de elementales derechos democráticos como la autodeterminación, el mantenimiento de la división territorial y administrativa de nuestro país, el mantenimiento de cientos de presos y presas vascas a centenares de kilómetros de sus domicilios, la negativa a poner en libertad a los [presos] que han cumplido las tres cuartas partes de la condena, el encarcelamiento de la Mesa Nacional por defender una propuesta de paz, la criminalización de KAS [Koordinadora Abertzale Socialista], el cierre de Egin, el impulso de las extradiciones o el mantenimiento de las fuerzas de ocupación".
HB califica de "mezquino" el último traslado de 21 presos etarras "de las islas a cárceles [situadas] a más de 1.000 kilómetros de Euskal Herria" y aseguran percibir en el Gobierno "una disposición provocadora y, por lo tanto, muy lejana a los expuestos objetivos de consolidar la paz. O por lo menos", añade la reflexión abertzale, "ésta es la conclusión objetiva que se puede sacar hasta el momento".
HB entiende que "la posición real del Gobierno Español" se reflejó en las palabras del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, cuando dijo que "el Estado no está en tregua".
El análisis de la dirección de HB es que el proceso está cargado de "intoxicaciones y falta de claridad del Gobierno Español" por lo que demandan un cambio de actitud "con hechos, posiciones y actitudes que sirvan para la consolidación de un marco de democracia real para Euskal Herria".
Otegi concluyó subrayando que HB desea "normalizar política y socialmente las relaciones de Euskal Herria con el Estado español" y que espera una "inequívoca voluntad" gubernamental de "superar en claves democráticas el conflicto, respetando", reza el documento, "definitivamente el derecho a que los y las habitantes de Euskal Herria puedan decidir libremente su futuro".
La coalición agrega que es consciente de que el proceso "hacia un marco de democracia real y sin límites, garantizador de un escenario de paz, necesita de la imprescindible participación del Gobierno español y del conjunto de todas las fuerzas políticas".
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