_
_
_
_

No lo destituyáis

Bill Clinton, el primer presidente en este siglo que podría ser destituido por el Congreso, ha prometido luchar "hasta la última hora del último día" de su mandato. ¿Tiene razón al resistir a los ataques republicanos? Completamente. Un proceso judicial en el Senado podría paralizar la ya entumecida y debilitada Casa Blanca, pero los políticos republica nos han realizado una amenaza constitucional a Estados Unidos mucho más grande que el descrédito. La infidelidad no es un delito sujeto de acusación para la destitución. Los futuros historiadores le culparán, pero se reservarán sus más severas críticas para la mayoría republicana de la Cámara baja, que ha usado todas sus papeletas para empujar hacia una votación partidista del impeachment. (...) Las esperanzas que suscitó al principio de su primer mandato de una sociedad más justa se evaporaron cuando adoptó el programa electoral republica no para ganar en su segundo mandato. Esto tampoco es un crimen para que lo destituyan. De hecho, otra figura parlamentaria, Bob Livingstone, dimitió tras las revelaciones sobre su infidelidad. (...) Clinton, claro está, ha mentido y ha sido un hipócrita. Se trata de una cuestión de proporción: ¿debería ser destituido como presidente o condenado por perjurio una vez que haya dejado el cargo? Sus ofensas se quedan cortas ante los "graves delitos y faltas" que se requieren para un proceso de destitución. Censurarlo en el presente y perseguirlo en el futuro, claro que sí, pero el Senado debe dar marcha atrás en el grave proceso de destitución.

21 de diciembre

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_