El PP y el PSOE hacen un frente común contra Gil en la Costa del Sol
El PP y el PSOE han decidido hacer juntos la guerra para desbancar al alcalde de Marbella (Málaga), Jesús Gil, de la presidencia de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental. Ambos partidos anunciaron ayer la inminente presentación de una moción de censura después de haber intentado sin éxito debatir en el pleno de la institución la situación de la empresa suministradora de aguas, Acosol, controlada por el abogado de Gil, José Luis Sierra, y que soporta una deuda de más de 11.000 millones de pesetas.
La sesión plenaria de ayer fue tensa y estéril, según la oposición. Gil la había dejado sin contenido el pasado viernes al utilizar su condición de presidente para eliminar del orden del día el punto principal del debate: el caso Acosol.
La querella que el PP y el PSOE presentaron el domingo contra este decreto no sirvió de nada: la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Marbella, Blanca Esther Díez, se pronunció a favor de que la sesión se desarrollase según lo estipulado por Gil al entender que la alteración del debate se había llevado a cabo "dentro de la legalidad vigente y con suficiente motivación".
El pleno se presentaba de lo más caliente, pero aún subió de tono. Cuando los representantes de Torremolinos (PP) intentaron entrar en el edificio de la Mancomunidad, la Policía marbellí se lo impidió con la excusa de que habían sido recusados por el Grupo Independiente Liberal (GIL). Igual ocurrió con el diputado José Luis Centella, de IU, y con el dirigente del PP malagueño Joaquín Ramírez, que intentaron acceder como público. Este incidente no pudo ser observado por los periodistas que estaban en el salón de plenos porque la Policía les impidió la salida atrancando la puerta.
La expulsión de los representantes populares fue contestada por el PP y el PSOE, que abandonaron el pleno, no sin antes anunciar la presentación de la moción de censura. Gil les invitó a salir sin inmutarse y, cuando lo habían hecho, leyó el auto judicial que lo amparaba y añadió: "Éstos lo que quieren es tomar Acosol porque no han tomado medidas para abastecer de agua a sus municipios".
Después inició un largo argumento en favor de la desaladora de Marbella, que ha dejado una deuda de 9.000 millones. "Nosotros", enfatizó, "no tenemos que pagar ni un duro porque el 85% lo pagan los fondos y el 15% la Junta de Andalucía".
Este discurso provocó la indignación del alcalde de Benalmádena, Enrique Bolín, que pidió a Gil que se abstuviera de emplear gran parte del pleno en tratar un tema que él mismo había retirado del orden del día.
Bolín ha anunciado el apoyo de su grupo a la moción de censura contra Gil. Se mantenga o no la recusación contra los representantes de Torremolinos, la oposición cuenta con la mayoría, aun que el socialista Emilio López vaticinó con ironía: "No va a ser fácil que Gil se vaya porque hoy ha quedado patente su respeto a los procedimientos democráticos". Por su parte, el PP ha anunciado una nueva querella precisamente por la expulsión de los representantes de Torremolinos.
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