_
_
_
_

Aurelio Teno muestra una antología en Córdoba con medio siglo de su obra

El palacio de la Merced, sede de la Diputación cordobesa, ha cambiado este mes su aspecto habitual para acoger los 50 años de carrera artística de Aurelio Teno (Las Minas del Soldado, Córdoba, 1927). Pasillos, vestíbulos, claustros, escaleras, salones y hasta la propia fachada ofrecen una visión desacostumbrada con pinturas, bocetos y grandes esculturas de este artista que hizo el monumento al Quijote inaugurado por los Reyes en Washington en 1976 ante el Kennedy Center.

El propio Aurelio Teno reconoce que esta exposición antológica le ha hecho reflexionar sobre su obra. "Cuando la tienes guardada no te enteras, pero cuando la ves tan bien seleccionada como ahora me ha hecho pensar sobre lo que debo y no debo hacer", dice. Esta ocasión le ha servido para reencontrarse con algunas obras vendidas hace mucho tiempo: "Todo no se puede guardar ya que tienes que vivir, o malvivir". La producción de Teno se divide en numerosas etapas que, aunque bien diferenciadas, mantienen las características esenciales de su autor. "Todo mi arte ha sido experimental. Cuando domino una técnica, ya no me interesa", confiesa. La naturaleza y el hombre son los ejes sobre los que gira la inquieta mente creadora de este autor que confiesa no creer ni en la pintura ni en la escultura. "Sólo creo en el arte", remarca. Cristos y monjes, quijotes y toreros, reyes tribales y princesas americanas componen el universo en el que Aurelio Teno encuentra la expresión de sus sentimientos. Además, da vida a toros, águilas, cabras y caballos como reflejo de gratitud a una tierra natal a la que volvió hace una década. Con esta exposición antológica, Teno mira al frente y programa su futuro afirmando que sólo desea "seguir teniendo satisfacciones sin esperar nada a cambio, lo que tenga que llegar, llegará". "Los triunfos te los tienes tú que poner en su reflexión y en tu honradez", dice Teno que añade: "Quiero seguir trabajando en libertad, sin prejuicios. Para el tiempo que me queda de vida no voy a hacer ninguna concesión". En esta exposición antológica se pueden admirar collages de expresividad colorista, torsos enormes en metales y madera y águilas, mitad pájaros mitad dioses. En Aurelio Teno se encuentra la vitalidad de sus aves, el misticismo de sus monjes, el dolorido arrojo de los toreros y el retorcimiento de crucificados que claman al espectador. El poeta cordobés Pablo García Baena ha dicho de la obra de Teno que los diversos materiales que utiliza son "todo un conjuro a la inquietud de un creador que deshace sabiéndolas, las líneas de la norma para implantar las fuerzas destructoras de una exaltación vitalista y exacerbada". El comisario de la muestra, Carlos García-Osuna, explica en el catálogo que este creador "es un artista ibérico que halla las formas expresivas más cercanas a su sensibilidad en la Naturaleza".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_