El desarrollo del proceso en el Senado llevaría varios meses
El magistrado del Tribunal Supremo William H.Renhquist oficiaría de juez en el proceso de impeachment (destitución) contra Bill Clinton en el Senado. No se requerirá entonces la presencia del presidente en la Cámara alta, pero sí la de sus abogados, quienes se enfrentarían posiblemente a Henry Hyde como fiscal de la acusación.La Cámara de Representantes se comportó ayer como un juzgado de instrucción, y de hecho lo que hizo fue designar al presidente William Jefferson Clinton como encausado en un juicio por perjurio, obstrucción de la justicia y/o abuso de poder, juicio que habrá de desarrollarse en el Senado.
La preparación y el desarrollo de esta parte del proceso podría llevar meses. Aunque muy pocos se atreven a vaticinar que Clinton será declarado culpable al término de ese juicio final. Para ello sería necesario un recuento que hoy por hoy no parece realista: que dos tercios de los 100 senadores (dos por cada Estado, actuando de hecho como jurados) votaran a favor de la destitución, o inclusive de la destitución acompañada de una prohibición de que Clinton ostente algún otro cargo público en el futuro. Éste ha reiterado que no dimitirá ante la posibilidad de un juicio en el Senado, y empezará a partir de mañana, lunes, una campaña de presión para hacer valer entre los senadores su buena aceptación popular en las encuestas, en torno al 60%. Para ello tendrá que recuperar su imagen dinámica y el carisma que se le ha ido erosionando a pasos agigantados en las últimas horas.
El Senado podría desestimar los cargos contra Clinton en cualquier momento y dar por terminado el caso con una mayoría simple, o bien decidirse por la declaración de censura contra Bill Clinton que ahora defienden los demócratas y que también ha propuesto el ex candidato presidencial Bob Dole.
