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AUTONOMÍAS / Cataluña

El capital ya no paga

Andreu Missé

El IRPF ha ido perdiendo capacidad recaudatoria. Los ingresos en 1997 prácticamente fueron los mismos que en el año anterior. La recaudación de 1998 será 250.000 millones de pesetas menos que la prevista en los presupuestos según el Ministerio de Economía. La entrada en vigor del nuevo impuesto supondrá una nueva reducción de la recaudación que los expertos sitúan entre 500.000 y 750.000 millones de pesetas. El Gobierno prevé en cambio un aumento de 150.000 millones. La causa fundamental de esta reducción ha sido la pérdida de peso de las rentas de capital. Entre 1997 y 1998 las retenciones sobre las rentas de capital habrán caído más del 30%. La razón de ese descenso ha sido la caída de los tipos de interés y la huida del ahorro hacia los fondos de inversión. El menor peso de las rentas de capital y la escasa incidencia de las empresariales y profesionales están transformando el IRPF. Está dejando de ser un impuesto sobre la renta para convertirse en un impuesto sobre el producto, en que el único producto es el trabajo. En 1997 las retenciones sobre el trabajo significaban el 83% de lo recaudado mientras que 10 años antes representaban el 63%.

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