La actuación de Estados Unidos sorprendió a los países árabes
El ataque sorprendió ayer desmovilizados a la mayoría de los países árabes, que tradicionalmente suelen mostrar su oposición a cualquier tipo de agresión norteamericana contra Irak.Este frente de rechazo árabe, que se mostró firme durante la crisis del pasado mes de febrero, se resquebrajó en noviembre, cuando algunos países responsabilizaron a Sadam de la amenaza y empezaron a decir en voz alta lo que pensaban desde hace tiempo: "Haced caer al dictador, pero dejad tranquilo al pueblo".
El frente del rechazo anti americano, que ha estado dirigido en los últimos años por Egipto, ha contado con el apoyo sorprendente de Arabia Saudí que ha venido negando a la Casa Blanca el permiso para que sus aviones utilicen las bases militares para atacar Bagdad, con lo que se rompe la alianza creada en 1991 durante la guerra del Golfo, en la que la monarquía saudí fue uno de las más importantes alianzas árabes a la coalición occidental.
Ayer, en vísperas del ataque uno de los pocos países en reaccionar fue Jordania, que por razones de vecindad y de intereses económicos, volvió a asegurar que "la opción militar no resolvería nada" y reclamó una vez más "una revisión global de las sanciones internacionales, con el objetivo de poner fin a los padecimientos de todo un pueblo".
El ex presidente argelino Ahmed Ben Bella, que es un gran amigo de Sadam Husein, acudió ayer a Bagdad para demostrar su solidaridad con el pueblo iraquí y hacer presión para que no se produjera el ataque.
