El Tribunal de la Competencia se renueva sin cambios en la presidencia

El Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) renovará este mes cuatro de sus ocho vocalías. El Gobierno nombrará a los sustitutos de los vocales que cumplen su mandato preceptivo el próximo día 23 de diciembre. Cristina Alcaide, que ya ocupó un puesto de vocal en el máximo órgano de la competencia, ocupará una de esas cuatro plazas, según fuentes gubernamentales. Asimismo, es intención del Ejecutivo que el actual presidente, Amadeo Petitbó, siga hasta el año 2001.

Cristina Alcaide dejó su puesto en el tribunal para pasar a la Dirección de Defensa de la Competencia, que está encuadrada dentro del Ministerio de Economía y Hacienda. Su experiencia y preparación han resultado decisivas para su vuelta al tribunal.Amadeo Petitbó, catedrático de Economía, asumió la presidencia del tribunal el 15 de septiembre de 1995, sustituyendo a Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Petitbó fue anteriormente vocal durante tres años.

Los cuatro vocales que cumplen su periodo establecido por ley son Luis Berenguer, Felipe Bermejo, Ricardo Alonso y Juan Manuel Fernández López, aunque este último ya había dejado su cargo hace más de un año al ser nombrado presidente de la Agencia de Protección de Datos. Siguen como vocales, por un periodo de otros tres años, Julio Pascual, que llegó al tribunal hace casi dos años, junto con Antonio Castañeda, José Hernández y Jesús Rubí.

La actual Ley de la Competencia establece que será el Gobierno el que, a propuesta del ministro de Economía y Hacienda, nombre a los vocales y al presidente del tribunal. El texto legal señala que el Gobierno les nombrará entre juristas, economistas y otros profesionales que cuenten con una experiencia de 15 años de ejercicio profesional. Los vocales son nombrados por un periodo de seis años y se renuevan al 50% cada tres años.

El Gobierno sigue estudiando una nueva Ley de Defensa de la Competencia, aunque por el momento no se ha redactado ningún borrador completo ni ha circulado ningún documento base. Sin embargo, de las manifestaciones públicas de los responsables de Economía se puede desprender que se pretende crear un organismo denominado Instituto de Defensa de Competencia que aglutinará las actuales labores del Servicio de Defensa de la Competencia y del Tribunal de Defensa de la Competencia.

El tribunal, aunque estaría orgánicamente dentro del instituto, mantendría su plena independencia de funcionamiento. Una de las nuevas facetas que quedarían supeditadas al instituto sería el proceso de concentraciones empresariales.