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Carta al Rey

Francesc Valls

"Ser catalán nos ha dado esa dimensión épica que todo pueblo necesita para no dormirse en la conformidad y la indiferencia. Ser catalán no ha sido nunca fácil. Ser catalán con toda la soberanía interior ha exigido toda una ética. La ética de la fidelidad y del proyecto. La identidad catalana no es accesoria sino sustancial: la expresión de un sistema de valores propios". Así entiende el consejero de Cultura de la Generalitat, Joan Maria Pujals, como se es catalán en Les noves fronteres de Catalunya, que acaba de publicar Columna. En casi 200 páginas, el consejero más literariamente prolífico de la Generalitat pasa revista al saber enciclopédico nacionalista en esas imprecisas nuevas fronteras. El libro fue definido ayer por su prologuista, el sociólogo Salvador Giner, como una obra "valiente, sin sombras de electoralismo, no provinciana" y escrita desde una óptica abierta, propia de una cultura no exclusivista, decidida heredera de Atenas, no de Esparta. Joan Maria Pujals bebe de las más diversas fuentes y procedencias ideológicas: desde Otto Bauer y Pierre Vilar hasta Juan José Linz y Octavio Paz. Pero cualquier sombra de sospecha se desvanece en la bibliografía y el índice onomástico de Les noves fronteres de Catalunya. El autor más citado, tanto por número de obras -cuatro- como por aparición en el índice onomástico -10 ocasiones- es el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Sobre esos cimientos, Pujals dibuja las nuevas fronteras y sigue los trazos diseñados por Pujol en numerosas y recientes ocasiones. El consejero se inspira en los cánones de Convergència Democràtica, sin concesiones a la más mínima herejía. Pujals realiza, pues, una recapitulación del corpus doctrinal nacionalista. En el fondo y en la forma. Si en la página 90 se cita a Valentí Almirall, en la 91 se concentran Torras i Bages, Jaume Balmes o el mismísimo Enric Prat de la Riba. Como broche a ese capítulo, -Cataluña, España, Europa-, una cita de Isaiah Berlin en favor de la tolerancia. Las futuras fronteras que anuncia el consejero Pujals tampoco sorprenderán a los atentos seguidores de la actualidad, a aquellos que conozcan las tres o cuatro últimas intervenciones del presidente de la Generalitat, como las que Pujol realizó el pasado mes de noviembre en el Círculo de Economía -sobre el pacto fiscal- o en el Parlament, en el debate de política general -sobre la soberanía compartida-. "Cataluña tiene derecho a ser reconocida como una nación plenamente soberana. Tenemos derecho al autogobierno. Tenemos derecho al ejercicio -día a día- de la autodeterminación. Pero también tenemos derecho a sentirnos parte y copartícipes de un Estado compartido y de un proceso de integración en una Europa que, al tiempo que con unos Estados, también debe contar con la participación de todas sus sociedades nacionales y de todos sus ciudadanos", escribe el consejero Pujals. "Es una carta a Felipe VI, pero no a modo de memorial de agravios", aseguró ayer durante la presentación del libro el consejero de Cultura. "Se trata de situar nuestro techo de autogobierno allí donde dejó de estar cuando triunfó, por la fuerza de la armas, la concepción centralista y uniformizadora de Felipe V. Se trata de que, en caso de que un futuro Felipe VI tenga que reinar en España, pueda reinar con el respeto para la diversidad que garantiza la estructura confederal vigente entre el siglo XVI y el XVIII, evidentemente desde la perspectiva del XXI", escribe el consejero. La respuesta al problema catalán está en unos Austrias con mentalidad del año 2000, sugiere el que fue considerado hasta fechas recientes uno de los delfines del presidente Pujol. En síntesis, sugiere el consejero: "Cataluña puede aspirar no tanto a la independencia, al menos tal como la entendía Rubió i Ors hace un siglo y medio, pero sí al reconocimiento de su soberanía implícita. De una soberanía que queremos compartir con el Reino de España y la Unión Europea. Pero en el supuesto que, como nación, queremos disponer de aquellos instrumentos de Estado que nos son necesarios para potenciar nuestra identidad (...)".

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