El fiscal pide 66 años para dos jóvenes acusados de actos de violencia callejera en Santurtzi
El fiscal de la Audiencia Nacional va a solicitar condenas de 66 años de cárcel para dos jóvenes a los que se acusa, como presuntos miembros de un grupo Y, de atacar con cocteles molotov un autobús, una oficina bancaria y a una patrulla de la Ertzaintza el 30 de noviembre de 1996. Por contra, la asociación Gurasoak, que agrupa a padres de jóvenes acusados de practicar la kale borroka, expresó ayer sus dudas sobre la "imparcialidad" del juicio, que comenzará el miércoles, y recordó que casi 300 jóvenes están pendientes de juicio en la Audiencia Nacional por motivos similares. El fiscal acusa a Jon Kepa Preciado y a Alberto Bonilla de interceptar en noviembre de 1996 un autobús urbano en Santurce y de prenderle fuego con cócteles tras desalojar a los viajeros. La acusación sostiene que posteriormente incendiaron con el mismo método una sucursal de la BBK en la misma localidad, instantes antes de ser sorprendidos por una patrulla de la Policía Municipal a cuyos integrantes amenazaron con quemarles vivos si eran detenidos. Según informa Vasco Press, los agentes desistieron de su propósito al aparecer en el lugar cuatro miembros de la Ertzaintza, contra los que los procesados, junto con otras persona no identificadas, también arrojaron cócteles explosivos. Gurasoak cuestiona la instrucción judicial y considera que el nuevo escenario abierto en Euskadi con la tregua indefinida de ETA y el Acuerdo de Estella debería ser aprovechada para "no profundizar más en las heridas" y detener "esta campaña de despropósitos contra los jóvenes".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.