Diez detenidos y captura de 13 kilos de droga en Natzaret

Pasadas las tres de la mañana de ayer, después de seis horas de registros minuciosos en seis chalés y un piso, la Operación Carbones contra el narcotráfico en el barrio de Natzaret, en Valencia, ofrecía un balance final: 10 supuestos traficantes (todos de etnia gitana) detenidos, 10 kilos de heroína y tres de cocaína decomisados, diversas escopetas, rifles y armas blancas incautadas, y captura de un botín de 20 millones de pesetas en joyas y cinco en metálico. Los detenidos pasarán mañana a disposición judicial. La Policía considera desmantelada la red de narcotráfico, pero no descarta nuevas intervenciones. Los esfuerzos se centran ahora, según el jefe superior, Segundo Martínez, en detener a los que lincharon hace nueve días al camionero Antonio Civantos por arrollar a un niño en este barrio. Los únicos testigos localizados no han aportado datos relevantes por la oscuridad del lugar. El únido detenido es el padre del niño, José Muñoz. La operación, en la que participaron 50 agentes y que fue presenciada por el delegado del Gobierno, ha confirmado lo que denunciaban hace años los vecinos: los exclusivos chalés de estas familias gitanas, con escaleras de marmol, figuras de Lladró y patios enormes, fueron costeados con el tráfico de heroína y cocaína. También ha sacado a la luz el funcionamiento de estas redes. Emplean a mujeres (como las tres detenidas en Puçol) para que actúen de correos en la entrega de la droga, y esconden los alijos en pisos fuera de Natzaret. El caso del linchamiento Tras registrar los seis chalés, los agentes se desplazaron al entorno de la avenida de la Plata, para inspeccionar un piso de uno de los detenidos. Hasta entonces sólo se habían incautado de un kilo de heroína y otro de cocaína en Puçol, ya que en Natzaret sólo hallaron armas, gallos, perros, joyas, dinero. En este piso encontraron nueve kilos de heroína y dos de cocaína. Bajo una cama encondían cinco kilos de droga. Julio Moltó, de la Asociación de Vecinos de Natzaret, dice que a pesar de la redada el barrio no estará satisfecho "hasta que detengan a los que lincharon al camionero". Moltó pide que Hacienda investigue la procedencia de los bienes de estos "nuevos ricos de los chalés". "Para acabar con la droga no basta con redadas, necesitamos actuaciones urbanísticas, sociales y educativas", demanda. Ayer se celebró en Natzaret el funeral del niño arrollado.