Tremendo transporte

El montaje era digno de una película. Dos grandes camiones viajaron ayer por carreteras vizcaínas con una escolta digna de un jefe de Estado. Transportaban sendas enormes piezas que salieron a primera hora de la mañana de la central nuclear de Lemoiz. A la cabeza del convoy, un par de patrullas de la Ertzaintza y a la cola, otras tantas. La policía autonómica se encargó de ir cortando tramos de carretera para permitir el paso de los dos vehículos y su espectacular carga: un alternador y un rotor que pesan 640 toneladas en total. Iberdrola, la empresa propietaria de la central vizcaína, se mostró ayer sorprendida por el revuelo causado por el transporte. Fuentes de la compañía aseguraron que no es la primera vez que se venden materiales de la central para otras instalaciones energéticas. Aunque lo cierto es que no se recuerdan otras de semejante envergadura. Éstas, en concreto, viajan hacia la central nuclear de Ascó, en Tarragona, donde serán almacenadas como repuesto. Como la de Lemoiz jamás entró en funcionamiento, las piezas transportadas están sin usar. El recorrido de este transporte especial duró todo el día de ayer y no terminará hasta esta madrugada, cuando lleguen al muelle de Deusto. Probablemente sea el convoy más espectacular que ha viajado por Vizcaya, después de los que han ido trayendo algunas obras expuestas en el Museo Guggenheim. Retraso acumulado El viaje comenzó en las instalaciones de Lemoiz con una media hora de retraso. La demora fue creciendo a medida que avanzaba el día, reconocieron fuentes de la Ertzaintza. Como este transporte supone importantes trastornos al tráfico rodado, puesto que la envergadura de los vehículos obliga a cerrar tramos para permitir que circulen, la policía vasca lo organizó de tal manera que el viaje se hace en cuatro etapas. Tres de ellas se hicieron ayer. Fuentes de la policía vasca aseguraron por la tarde que los camiones llegarían hacia las nueve de la noche a la gasolinera de Loiu. Tras un descanso de varias horas, estaba previsto que el convoy partiera hacia el alto de Enekuri, donde permanecerá detenido todo el día de hoy. Esta previsto que salga de allí a las doce y media de esta noche, para no obstaculizar el tráfico en este acceso a Bilbao, para llegar al muelle de Deusto. Además de la escolta policial, dos coches de una empresa privada de seguridad acompañaban a los camiones de transporte especial. Para permitir su paso y el de su voluminosa carga fue necesario girar varios semáforos de los que cruzan a varios metros de altura las carreteras y el tendido telefónico tuvo que ser levantado por una brigada de operarios en algunos tramos. A algunos, la llegada del convoy les pilló desprevenidos. Los trabajadores de una obra de construcción, en el pueblo de Lemoiz, tuvieron que bajar a toda prisa de los andamios para retirar sus coches del arcén y dejar paso al transporte.