La Comunidad restaurará la ermita de San Francisco de Colmenar Viejo

La ermita de San Francisco, uno de los edificios religiosos más emblemáticos del municipio de Colmenar Viejo, va a cambiar de cara. La Comunidad de Madrid ha aportado, a cargo del llamado Plan Prisma, siete millones de pesetas para la rehabilitación de este santuario levantado por Francisco Palacios, de quien se conserva una lápida sita a los pies del presbiterio, de finales del siglo XVI.Se trata de una pequeña iglesia formada por una nave de tres cuerpos separados por pilastras. La nave central está cubierta por una bóveda de cañón rebajada, construida en fábrica de ladrillo. Las obras de rehabilitación, que aún están pendientes de ser adjudicadas, consistirán en la reparación de las cubiertas de la nave, muy deterioradas por el tiempo y las condiciones de humedad, y también del habitáculo destinado a la sacristía, dónde hay que eliminar las filtraciones de agua de lluvia. Posteriormente, se pintará al temple en color marrón claro la bóveda de la nave y de gris los arcos sobre las pilastras imitando sillares de piedra.

Con la restauración de esta ermita se responde, además, a una de las demandas de los feligreses colmenareños que, a pesar del defectuoso estado del edificio enclavado en el casco urbano del municipio, aún acuden a las misas periódicas que se celebran en él.