Una embarazada y un hombre mueren sepultados por una explosión de gas en Arganda

Una violenta explosión de gas butano acabó ayer con la vida de Soledad Martínez Zorita, embarazada de 30 años, y Javier Sánchez Iglesias, de 34, e hirió a otras dos personas. El estallido, que derribó tres casas bajas, se registró en un bajo del número 2 de la calle de la Virgen de Guadalupe, en Arganda del Rey (30.000 habitantes). La Guardia Civil señaló que la tragedia sobrevino por una acumulación de gas butano en una cocina sin ventilación, de forma que una vecina, al dar la luz o encender la cocina, desencadenó posiblemente la explosión, que destruyó cuatro casas adosadas levantadas hace más de 30 años.

La explosión se produjo a las ocho menos cuarto de la mañana en el bajo derecha del inmueble número 2. Los agentes sospechan que una inquilina, Vicenta Iglesias López, que reside en ese inmueble con su hijo, se dejó abierta la llave del gas. También se investiga otra hipótesis: el que la bombona tuviese un escape. Lo que sí parece claro es que el gas se acumuló en la cocina, debido a que ésta carecía de ventilación, según las investigaciones de la Guardia Civil, informa Luis Fernando Durán.En estas circunstancias, la inquilina pudo desatar la deflagración al encender el fuego o apretar el interruptor para dar la luz. La onda expansiva provocó el hundimiento de las cuatro viviendas adosadas.

Casa desplomada

La primera en sufrir el resultado de la explosión fue la misma Vicenta, de 71 años, que acabó con quemaduras en el 60% de su cuerpo. Ayer permanecía ingresada, en estado grave, en la unidad de quemados del hospital de Getafe. El hijo de ésta, Javier Sánchez Iglesias, que se encontraba en ese momento en su habitación, murió al desplomarse la casa. Javier había recibido el alta de la consulta de psiquiatría del hospital Gregorio Marañón por sus continuas depresiones y vivía solo con su madre. Había trabajado hace algunos años como portero en la discoteca MAT de Arganda.El bajo izquierda del número 2 también se vino abajo. Allí dormía Soledad Martínez Zorita, embarazada de tres meses. La mujer estaba sola, ya que su marido se había marchado media hora antes a trabajar en una fabrica de papel de Arganda del Rey.

Los bomberos hallaron su cuerpo en su cama, sepultado por el techo de su vivienda, tras cuatro horas de búsqueda entre los escombros.

En la vivienda contigua, situada en la calle de la Carretera de Loeches, 42, la explosión sorprendió a Inés Heredero, de 59 años, y a su marido, Antonio Benito Frías, de 61. Ambos se encontraban en el dormitorio. Fueron los primeros en ser rescatados. Les salvaron dos jóvenes vecinos que pasaban por las inmediaciones de la calle en ese momento. Una UVI móvil del 061 les trasladó al hospital Gregorio Marañón. Sufrían múltiples contusiones producidas por el desplome de las paredes de su vivienda. El hombre fue dado de alta en la misma mañana; la mujer permanecía anoche ingresada en observación. La onda expansiva también afectó a varios escolares que se encontraban esperando el autobús que les llevaría al colegio, a unos 50 metros del lugar de los hechos. Los escolares se vieron sorprendidos por una lluvia de cristales y polvo. No sufrieron lesiones, aunque sí una pequeña crisis nerviosa. Nacho, uno de estos críos, no atinaba a relatar a su madre cómo había visto salir fuego de las ventanas y oído el estruendo de la deflagración.

La tragedia pudo haber sido mayor de no ser porque la cuarta vivienda afectada no estaba habitada. La pared del pequeño salón de esta casa se desplazó hasta el otro extremo de la estancia sin encontrar persona alguna en su camino. Los vecinos no daban crédito a lo que veían sus ojos. Era la primera vez que en Arganda se producía un accidente similar.

Luto oficial

El Ayuntamiento de Arganda continuará hoy con las dos actuaciones más inmediatas: retirar todos los escombros de las viviendas y apuntalar el resto de las casas afectadas para evitar su derrumbe. El consistorio también ha puesto a disposición de las víctimas al menos dos viviendas gratuitas para instalarse de emergencia hasta que se busque una solución para realojarles. El alcalde, Ginés López Rodríguez, del Partido Popular, ha decretado dos días de luto oficial.