La Guardia Civil detiene a otras dos personas por el secuestro de Cambados

La Guardia Civil detuvo ayer a otras dos personas, G. M. G. y C. O. C., por su presunta relación con el secuestro el pasado sábado, en Cambados (Pontevedra), de José Luis Gómez Cores, de 21 años, liberado el lunes en Caminha (Portugal) en una operación conjunta de las fuerzas de seguridad españolas y portuguesas. Con los arrestos practicados ayer en O Grove y Poio (Pontevedra) ya son seis los realizados entre los presuntos integrantes de la banda, dirigida por Antolín Fernández Pajuelo, uno de los autores del secuestro.

Después de las investigaciones realizadas y de proceder a los interrogatorios tanto de los detenidos como de la víctima, las fuerzas de seguridad españolas que han participado en las pesquisas no coinciden al identificar el móvil del secuestro de José Luis Gómez Cores. La Guardia Civil sigue atribuyéndolo a un posible ajuste de cuentas y relacionándolo con los incendios intencionados de maquinaria de la empresa de José Luis Gómez Falcón, padre del joven retenido.Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía estiman, sin embargo, que con el secuestro de Gómez Cores la banda de Fernández Pajuelo sólo intentaba dotarse de liquidez suficiente para afrontar una operación de compra y transporte de cocaína desde América.

Los incendios de la maquinaria del padre del secuestrado tendrían, según esta segunda hipótesis, otros fundamentos y protagonistas. Sobre Antolín Fernández Pajuelo, detenido en Cascais (Portugal) el pasado lunes, pesaban varias órdenes de busca y captura por diversos delitos, los más importantes relacionados con el tráfico de drogas.

Por su parte, la familia de Gómez Cores censuró desde el primer momento la vinculación de su secuestro con hipotéticas deudas contraídas por el padre del joven en negocios de narcotráfico o contrabando de tabaco y ayer insistió en su deseo de que se levante el secreto del sumario "para que, de una vez por todas, se conozcan las cosas tal como son".

Las diligencias sobre el caso las instruye un juzgado de Cambados, pero los cuatro primeros implicados (el cabecilla y su padre, un colombiano y un coruñés) se hallan bajo jurisdicción portuguesa.

Sito Miñanco, excarcelado

Mientras tanto, la puesta en libertad, ayer, de José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, después de cumplir un tercio de la condena que le impuso la Audiencia Nacional por narcotráfico, ha provocado una campaña de protesta de las asociaciones gallegas de lucha contra la droga, que subrayan el contraste del tratamiento dado a este narcotraficante cambadés y el que se depara a cientos de delincuentes toxicómanos.Se supone que Sito Miñanco, que abandonó la prisión ayer por la mañana, volverá a vivir de nuevo en su chalé de Portonovo (Pontevedra). La Audiencia le condenó a más de 20 años de prisión, de los que sólo ha cumplido un tercio gracias a su buen comportamiento y a las redenciones conseguidas mediante los trabajos que ha realizado durante su estancia en la cárcel. El presidente de la Plataforma Gallega de Lucha contra el Narcotráfico, José Antonio Sánchez, anunció que elevará sendas quejas a la Audiencia y al Consejo General del Poder Judicial porque la excarcelación de Sito Miñanco "demuestra que la unidad de medida de la justicia no es la misma para todos los ciudadanos".

En términos parecidos se expresó Carmen Avendaño, presidenta del colectivo antidrogas Asociación Érguete, para la que "el tipo de prebendas que se le han dado [a Miñanco] son poco justificables en un Estado de derecho".

Por su parte, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, Xosé Ramón Vázquez Sande, indicó ayer a propósito de este asunto, que en este caso, como en cualquier otro, los jueces se limitan a aplicar la ley: "Es posible que tenga que ser más dura y que necesite cambiarse, pero no se puede sancionar a nadie más allá de lo que establece".