Educación suspende las clases en el Mare Nostrum y mantiene los exámenes pese a los residuos tóxicos

Los 1.400 alumnos del instituto Mare Nostrum de Alicante no volverán a tener clases hasta después de las vacaciones de Navidad, aunque deberán superar los exámenes de diciembre. Ayer se constituyó una comisión mixta que se encargará de buscar soluciones al cierre temporal adaptado por los informes técnicos, que alertan sobre la acumulación de residuos tóxicos en la zona. En este contexto, Medio Ambiente se comprometió a contratar las obras de cubrimiento y retirada de estos residuos procedentes de la antigua fábrica de La Cros. Por otra parte, Educación confirmó que los alumnos de los centros Miguel Hernández y el Jaume I comenzarán el próximo curso en aulas prefabricadas.

Los padres de Sant Vicent del Raspeig también acudieron ayer a la sede territorial de la Consejería de Educación para conocer los proyectos que están en marcha. El pleno del Consell declaró ayer el carácter de emergencia de las obras de retirada de los residuos tóxicos de La Cros, presupuestadas en 400 millones de pesetas. Pero aún falta la decisión del claustro escolar. El claustro del instituto decidirá en breve si mantiene la convocatoria de exámenes en el centro o busca otra alternativa. Carlos Alcalde, subsecretario de la consejería, ha querido tranquilizar a los padres y los alumnos. Sus argumentos fueron que la situación está controlada, y destacó que tan solo se perderán ocho días lectivos de clase, aunque los exámenes se mantengan. "Hemos adoptado la mejor fórmula posible, y lucharemos por todos los medios para que el problema se haya solucionado después de Navidad", dijo Alcalde. Los técnicos de Medio Ambiente adjudicarán las obras de urgencia para intentar terminarlas antes del 8 de enero. De lo contrario, la comisión constituida ayer se encargará de buscar alternativas que pasarían por trasladar a algunos grupos al Instituto de Formación Profesional Aigón, en Sant Vicent del Raspeig; pasar a 12 grupos de la mañana a la tarde en centros de la zona; y utilizar aulas de informática de las que dispone el INEM. De momento, las clases se suspendieron ayer, tras el acuerdo alcanzado por el Consejo Escolar. El sindicalista Manuel Parra denunció la "absoluta falta de coordinación entre las Consejerías, y pidió que la Generalitat solucione cuanto antes esta situación". Más retrasos Por otra parte, los padres de alumnos y directores de los centros de educación en Sant Vicent también mantuvieron una reunión de trabajo en la que el director general de Régimen Económico, José Luis Serna, y la directora general de Centros, Concha Gómez, reconocieron que los proyectos del Jaime I y el Miguel Hernández están avanzados en su redacción, aunque "unos problemas técnicos están retrasando su ejecución", puntualizaron. Serna y Gómez anunciaron que no podrán estar listos a principios del próximo curso, por lo que los alumnos afectados se alojarán en aulas prefabricadas. En el caso del Jaume I falta que el Ayuntamiento de Sant Vicent amplíe la volumetría de la parcela para poder ampliar el edificio, y pase del 33% actual al 50% de edificabilidad del total del volumen de la parcela. Y en el caso del Miguel Hernández el proyecto ha sido rechazado por la falta de un corredor cubierto que una las aulas de educación infantil con el comedor escolar previsto. Ambos centros están presupuestados en más de 300 millones de pesetas cada uno. Los padres de alumnos manifestaron ayer, en el transcurso de la reunión, su preocupación por la falta de consignación directa en los presupuestos del próximo año y por la ausencia de información por parte de las autoridades en este proyecto. A esto se añade, el malestar por el anuncio de que el curso que viene lo iniciarán en barracones.