Matutes exige a Cook que cumpla el pacto de pesca en Gibraltar

El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, instó ayer a su colega británico, Robin Cook, a que actúe para que "haya un cumplimiento más estricto" por parte de la policía gibraltareña del acuerdo al que llegaron los Gobiernos de España y el Reino Unido para que los pescadores españoles puedan seguir faenando en aguas del Peñón y dejen de ser acosados por sus patrulleras.Matutes, que asistió ayer en Bruselas a la reunión ministerial de la OTAN, indicó a los periodistas que ha aprovechado esta ocasión, así como el Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, celebrado el pasado lunes, para tratar "en varias ocasiones" con Cook los problemas que están planteando las autoridades gibraltareñas a los pescadores españoles.

"Seguimos dialogando en esa línea", dijo Matutes, quien añadió: "Le he hecho saber [a Cook] que, si se reiteran los incumplimientos, el Gobierno español tomará las medidas oportunas para defender nuestros intereses y los de nuestros pescadores".

El jefe de la diplomacia española insistió en que el Gobierno de José María Aznar podría adoptar medidas "que no darían tantas facilidades" a los habitantes de la Roca y lamentó que "algún político local no participe de este enfoque y esté continuamente poniendo piedras en el camino y obstaculizando las buenas conversaciones que tenemos las autoridades británicas y las españolas". Caruana declaró el domingo a la Cadena SER que su Gobierno no puede aceptar que se le niegue la jurisdicción sobre las aguas de Gibraltar o que se cuestione la competencia de su policía para aplicar en dicha zona la legislación de la colonia. Otra cosa, afirmó, es que se vuelva a la situación de tolerancia que existía hasta 1997, cuando se hacía la vista gorda con los pescadores, a los que acusó de provocar el conflicto al politizarlo.

Caruana cree que quizás hay un malentendido entre Londres y Madrid, ya que las autoridades británicas le han asegurado por escrito que en ningún momento se ha llegado a un acuerdo que suponga dejar en suspenso las leyes de Gibraltar.