Teoría y práctica en el medio ambiente

Se ha consumado. El nuevo Gobierno vasco será monocolor nacionalista (PNV-EA), con el apoyo parlamentario de Euskal Herritarrok. No seré yo quien quite legitimidad al nuevo Ejecutivo: todo Gobierno es legítimo si su acceso al poder se realiza por vías democráticas y es representativo de un sector de la sociedad. Por lo tanto, el que va a presidir Juan José Ibarretxe será un Gobierno con total legitimidad y representatividad. Lo que se está discutiendo estos días, a veces de forma nada afortunada, es si el nuevo Gobierno será el más adecuado para gestionar la nueva realidad que se abre con la tregua de ETA. Y es aquí donde surgen mis dudas, quizá porque no soy nacionalista (tampoco anti, que conste). No es que comparta el argumento de los socialistas en el sentido de que su presencia en gobiernos de coalición han "moderado" al PNV: desde su escisión hasta fechas recientes, el PNV se ha moderado él solo, porque se sentía débil o no tan fuerte como a principios de los ochenta. Sin embargo, es cierto que la gestión de los gobiernos compartidos ha sido bastante templada y aceptable para el conjunto de la sociedad vasca. Me preocupan más los argumentos que desde el PNV y EA están dando para tranquilizarnos, porque manifiestan que sus responsables no aprecian que tuvieran comportamientos sectarios cuando gobernaron con mayoría absoluta hasta 1984, antes de escindirse. Un sólo ejemplo: ¿de qué partido es el himno oficial de la comunidad? ¿Cuál es nuestra fiesta institucional? Ya digo, me intranquilizan más las razones que me dan para tranquilizarme.- .