La M-50 será subterránea a su paso por Boadilla del Monte

El cierre de la M-50 entre Fuenlabrada y Las Rozas y la variante de la N-III entre Arganda y Perales de Tajuña se van conociendo. El Ministerio de Medio Ambiente publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado una declaración de impacto ambiental favorable a ambas autovías, aunque se impone a su promotor (el Ministerio de Fomento) una serie de restricciones en su construcción.Con respecto a la M-50, la declaración determina que, a la altura de la avenida de Valdepastores y una vez pasado el monte de Boadilla, "se proyectará el trazado en túnel o falso túnel" para evitar de este modo la afección medioambiental de la zona. Igualmente, los redactores del estudio oficial recuerdan que el trazado "afecta a dos poblados chabolistas [de Boadilla] ocupados por magrebíes", por lo que "se deberá proceder a su traslado".

En cuanto a la variante de la la N-III, las obras deberán adecuarse al trazado previsto "para evitar el ruido o la intrusión visual a los vecinos de la zona", como, por ejemplo, en su cruce con la Cañada Real Galiana.

Además, el trazado inicial deberá desplazarse hacia al norte entre los kilómetros 9 y 11 para reducir su afección en la zona especial de protección de aves (ZEPA) de los cortados y cantiles del Manzanares y el Jarama.