El Parlament abrirá la vía para que los Mossos se impliquen más en los delitos de terrorismo

El Parlament discutirá el jueves en comisión una proposición no de ley de Esquerra Republicana (ERC) que pretende abrir la vía para que los Mossos d"Esquadra asuman competencias en la investigación de delitos de terrorismo en Cataluña, hasta ahora reservadas exclusivamente a las fuerzas de seguridad del Estado. La propuesta tiene muchas posibilidades de prosperar porque el texto, que emplaza a la Junta de Seguridad a revisar el papel de los Mossos en estos casos, ha asumido las enmiendas de Convergència i Unió (CiU) e incluso del Partido Popular (PP).

La Junta de Seguridad, organismo paritario en el que la Administración central y la autonómica se coordinan y planifican los asuntos policiales, aprobó el 24 de octubre de 1997 el protocolo de colaboración entre los cuerpos policiales para casos de terrorismo en Cataluña, que asignaba a los Mossos un papel puramente testimonial. El texto rebajó considerablemente los objetivos del Consell Executiu que pretendía tener las atribuciones de la Ertzaintza. A la práctica el acuerdo se limitó a señalar que "las unidades de información de la policía de la Generalitat han de colaborar, por medio de enlaces, con equipos de investigación de la policía" y la ejecución de las campañas y medidas preventivas en materia antiterrorista se reservaron para Interior "después de escuchar" a Gobernación, cuando el Gobierno de CiU pretendía que se concretasen conjuntamente. Cuerpo integral A juicio de ERC, la asunción de competencias sobre terrorismo por parte de la policía autonómica es un elemento fundamental para poder considerar a los Mossos como un cuerpo de policía integral. El diputado republicano Joan Ridao presentó en junio la proposición para instar la Gobierno a que reconsidere el acuerdo que reserva al Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil la competencia sobre la investigación de delitos de terrorismo. Si la propuesta acaba prosperando, la parte catalana de la Junta de Seguridad deberá replantear el acuerdo ante los representantes de la Administración central. Por esta razón es relevante la posición que acabe tomando el PP catalán en el Parlament. Sumarse a la propuesta supone toda una garantía de que el acuerdo no es inamovible. Los conservadores ven con recelo algunos aspectos de la proposición, pero han presentado una enmienda que propone trasladar a la parte estatal de la Junta de Seguridad "la conveniencia de ponderar un nuevo acuerdo para establecer un periodo de transición hacia un nuevo marco de competencias compartidas". Por su parte, la enmienda de CiU aboga por la "necesidad de establecer una política de coordinación entre el cuerpo de los Mossos d"Esquadra y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en materia antiterrorista sea cual sea el caso que haya iniciado la intervención". En uno y otro caso, las enmiendas suponen un paso hacia una mayor implicación de los Mossos en la lucha antiterrorista, con independencia de que ello se acabe materializando por la vía de que los Mossos asuman nuevas competencias o bien a partir de reinterpretar qué supone conseguir una mayor cooperación entre los cuerpos en esta materia. Tráfico La asunción de competencias para hacer frente al terrorismo tiene la dificultad añadida de que el Estatuto de autonomía de Cataluña, a diferencia del vasco, no lo prevé. No obstante, ello no supone un obstáculo insalvable porque el Estatut tampoco fijaba el control de tráfico para los Mossos, que adquirieron esta competencia por la vía del artículo 150.1 de la Constitución, que faculta al Gobierno a ceder una competencia a una autonomía. El segundo supuesto es más fácil de asumir porque no exige siquiera la modificación del acuerdo del 17 de octubre de 1994, que establece el modelo de despliegue gradual de la policía autonómica catalana. Las enmiendas de CiU y del PP ya han sido aceptadas por Ridao, que someterá a votación una propuesta transaccional que recoge el contenido de ambas formaciones. Los promotores de la proposición confían en que el contexto político es muy propicio para que prospere no sólo en el Parlament sino también en la Junta de Seguridad. Primero, por la situación abierta tras la tregua de ETA y, segundo, por la inexistencia de grupos terroristas que operen en Cataluña.