Tres centros alicantinos se plantean suspender las clases por deficiencias en las instalaciones

Los padres y profesores de tres centros de la provincia de Alicante estudian la suspensión de las clases antes de las vacaciones de Navidad si la Consejería de Educación no soluciona sus problemas. Ayer no hubo clase en el instituto La Asunción de Elche porque las grietas aparecidas tras las lluvias del miércoles hacían temer por la seguridad de los alumnos. Los estudiantes del centro de enseñanza secundaria Mare Nostrum de Alicante no volverán a las aulas después del puente de la Constitución hasta que se descontamine el patio del colegio, donde se ha detectado la presencia de materiales tóxicos. Y el colegio Reyes Católicos de San Vicent del Raspeig decidirá el miércoles si suspende las clases.

La suspensión de la actividad docente de este centro de L"Alacantí sería para protestar por la demora en la reparación de los daños que sufrió tras la riada del 30 de septiembre de 1997. A la comunidad estudiantil del instituto La Asunción, el más antiguo de Elche, se le acabó ayer la paciencia. Después de varios meses de molestas obras para reparar el techo de un seminario que se desplomó, las lluvias del pasado miércoles abrieron grietas por todo el edificio, cuyas estructuras metálicas están aquejadas de una oxidación generalizada. Asimismo, provocaron el derrumbamiento del falso techo del aula de música y generaron goteras ya que el tejado del centro no está impermeabilizado. Ante esta situación, el equipo directivo solicitó el mismo día un informe técnico urgente sobre los daños. Los inspectores de la consejería no se personaron en el centro hasta ayer y, según denunció la directora, Humbelina Boix, se limitaron a ofrecer un diagnóstico verbal en el que determinaron que no existía peligro de derrumbe. Cuando se les solicitó el informe por escrito, los técnicos se negaron y Boix decidió suspender las clases ante la imposibilidad de garantizar la integridad de profesores y alumnos. Las lluvias también son la causa directa de los desperfectos del gimnasio y las aulas del colegio público Reyes Católicos de Sant Vicent, con la diferencia de que cayeron hace más de un año, cuando las inundaciones asolaron Alicante el 30 de septiembre de 1997. Educación prometió reparar el colegio en las vacaciones estivales, pero posteriormente aplazó el inicio de las obras a las fechas navideñas. Sin embargo, los trabajos continuarán a la vuelta de las vacaciones y obligarán a desalojar diez aulas. La presidenta de la APA del centro, Yolanda Berkhoff, acusa a Educación de desidia a la hora de ofrecer reubicaciones para los escolares afectados. Según Berkhoff, la Consejería sólo ha propuesto tres alternativas: que se establezca un doble turno, que se habiliten aulas prefabricadas o que se traslade a los estudiantes al Centro Ocupacional Maigmó. Ninguna de las tres satisface a priori a los padres. El miércoles, los padres se reunirán con la directora de Centros, Concha Gómez. El tercer centro con problemas es el Mare Nostrum de Alicante. El Consejo Escolar de este instituto acordó ayer el cierre de las instalaciones hasta después de Navidad, periodo en el que la Consejería de Educación ha anunciado que se procederá a la descontaminación del patio del centro, en cuyo suelo existen restos de materiales tóxicos. En un comunicado, el órgano escolar solicitó a Educación que, en caso de decretar la reubicación de los alumnos en otros centros, lo haga sin disgregarlos y con respeto a los turnos horarios que eligieron al formalizar la matrícula.