Dulce combate
"Las mariconas del rock". Así es como los cuatro componentes de Pansy Division se autodefinieron al comenzar su concierto en una pequeña sala madrileña, y, como sugiere tal declaración de principios, hubo mucho de ambas cosas. Pansy Division es quizá, inconscientemente, la banda más dulce y combativa de los últimos tiempos, una paradójica combinación que les hace únicos no sólo en el panorama musical del rock, sino en el panorama de actitudes vitales. El leitmotiv de todas sus composiciones es el mundo más íntimo e inmediato. Aparecieron los cuatro frente a un micrófono adornado con guirnaldas de flores, completamente dispuestos a engullir con la velocidad vertiginosa de su música a un público que no dejó de sonreírles. En esta segunda visita a Madrid presentaron su último trabajo, Absurd pop song romance, con la novedad de haber pasado de ser un trío a albergar una nueva guitarra solista que añade mayor densidad y luz sobre el escenario.Precisos, divertidos y con un sonido excelente, los cuatro californianos repasaron sus socarronas canciones con el optimismo de quien piensa, como reza la letra de Best revenge, que la alegría es la mejor de las venganzas.
Pansy Division
Christopher Freeman (bajo), Jon Ginoli (guitarra y voz), Patrich Goodwin (guitarra y voz), Luis (batería). Sala Davai. Entradas 1.500. Madrid, 3 de diciembre.