Pilar López da nombre a la nueva sede del Ballet Nacional de España

El primero de los actos oficiales por el 20º aniversario de la fundación del Ballet Nacional de España consistió ayer en dar el nombre de Pilar López a la gran sala de ensayos de la nueva sede del Ballet Nacional de España. La ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, apenas cinco minutos antes de comenzar el acto excusó su presencia, y Tomás Marco, director general del INAEM, leyó su discurso. Pilar López (San Sebastián, 1912), tras unas breves y emocionadas palabras, pidió a Aida Gómez, directora de la compañía, que la placa recién descubierta fuera cambiada por otra que incluyera a su hermana, Encarnación López, La Argentinita.

En pocas ocasiones podemos encontrar concentrados bajo el mismo techo el ayer, el hoy y el mañana de la danza española de tradición. Fue así que los salones de la nueva sede del Ballet Nacional de España, en el paseo de la Chopera madrileño, se convirtieron por un rato en tablao entrañable, donde no faltó la risa, la lágrima y la imprescindible "pataíta por bulerías".Pilar López apareció como siempre, elegantemente vestida, con una vitalidad envidiable y la memoria y el humor intactos. Aida Gómez, nueva directora del Ballet Nacional, previó como el primero de los importantes actos que celebran las dos décadas de andadura de la compañía titular española dar el nombre de Pilar López al mayor y más dotado de sus salones, y es así que la propia y veterana bailarina tuvo a bien recordar en sus palabras que ella era solamente "una consecuencia y la continuación de su hermana Encarnación". En el acto estaban presentes otras importantes figuras de la danza española vinculadas históricamente al Ballet Nacional, como José Antonio, José de Udaeta, Antonio Márquez y Manuela Vargas. También había un puñado de jóvenes bailarines recién ingresados en la plantilla del conjunto, a los que Pilar se dirigió como "el futuro y la esperanza de una danza que está destinada a vivir eternamente".

Maestra de Gades

La indiscutible importancia de Pilar López en la historia de la danza española del siglo XX pasa por ser su principal repertorista de las gestas iniciales y por ser, de entre otros, la maestra por antonomasia de Antonio Gades, quien tampoco ha asistido a este acto por encontrarse de viaje en su barco.La celebración del 20º aniversario del Ballet Nacional continúa el día 15 en el teatro de la Zarzuela con unos complejos programas que abarcan reposiciones de todas las épocas y estrenos absolutos, entre los que destacan la olvidada Eritaña, de Antonio Ruiz Soler, y la primicia mundial de Poeta, coreografía de Javier Latorre sobre música de Vicente Amigo con la colaboración en el aparato escénico del grupo catalán La Fura del Baus; para finalmente concluir el día 3 de enero en el mismo coliseo con una gala festiva que resumirá 20 años de aplausos, sonrisas y lágrimas y en la que participarán tanto la totalidad de la plantilla de la compañía como un grupo de estrellas invitadas. Pilar López en todo momento ha sostenido, y ayer lo repitió más de una vez, que la danza española sólo puede avanzar mientras considere con cariño su pasado, un postulado que la nueva dirección de la compañía parece haber hecho rigurosamente suyo.

La nueva sede del Ballet Nacional de España goza de instalaciones modernas y amplios espacios, con un proyecto en el que se aúna la funcionabilidad con las condiciones óptimas para la creación artística, tanto que en una de esas propias salas puede ser reproducido el escenario de un teatro con todos sus elementos. Aida Gómez declaró cuando mostraba estos salones que ahora la urgencia está en encontrar los coreógrafos de genio y talento que justifiquen tales instalaciones y sean capaces de usufructuarla con calidad.