Chumy Chúmez, Mena y Romeu llevan a Sevilla sus dibujos con el Salón del Humor

Chumy Chúmez, Mena y Romeu, tres mosqueteros del humor gráfico, estuvieron ayer en Sevilla. Su objetivo era presentar la exposición de los 65 trabajos finalistas del Salón del Humor de 1998, que se inauguró ayer por la tarde en el Casino de la Exposición. El Ayuntamiento y Círculo de Lectores promueven el Salón del Humor.Los tres dibujantes forman parte del jurado junto a otros espadas de la risa, como Mingote, Máximo, Forges y Gallego y Rey. El humor gráfico entró en la Real Academia de la Lengua de la mano de Mingote hace ya más de una década. Esta cuarta edición del Salón del Humor está dedicada a un gran dibujante, Enrique Herreros, que fue uno de los puntales de la revista La Codorniz. Esta publicación, en la que destacó Chumy Chúmez, fue durante los años de la dictadura de Franco santo y seña de una generación que quería superar los obstáculos de una censura cavernaria y enterarse de lo que pasaba en España. Chumy Chúmez es el responsable de una de las obras más lúcidas y crueles del humor gráfico español. Campesinos de faz torva tras siglos de sequía, empresarios voraces que sueñan con la reinstauración del esclavismo o intelectuales progres cuyo alejamiento de la realidad cotidiana les lleva al borde de la oligofrenia pueblan las viñetas de Chumy Chúmez. Mena prefiere un humor más amable y Romeu dibuja como nadie las contradicciones de la generación que hizo la transición. El "alcalde" Rojas-Marcos Chumy Chúmez rozó ayer el humor más surrealista en la presentación de esta iniciativa. El primer teniente de alcalde, el andalucista Alejandro Rojas-Marcos, se encargó de presentar a los tres humoristas en su despacho del Ayuntamiento. Chumy Chúmez explicó antes de hablar que estaba sordo y convirtió a Rojas-Marcos en alcalde de Sevilla. "Yo debería haber hablado el primero y antes del señor alcalde, porque no me he enterado de nada de lo que ha dicho porque estoy sordo perdido", indicó Chumy Chúmez. Luego, confesó que se sentía un tanto escamado a la hora de hacer de jurado, ya que elegir a los mejores humoristas es como dar agua al enemigo. "Los mejores son los puñeteros que nos van a quitar el sueldo a nosotros", explicó. Pero Chumy Chúmez le tiene un aprecio especial a Rojas-Marcos y, por ello, remachó: "Me gusta mucho el alcalde. Yo le conozco desde mucho antes de que fuera alcalde". Rojas-Marcos le respondió, entre carcajadas, que se quedara en Sevilla "hasta las elecciones". Mena dijo que "traer el humor a Sevilla es como ir a Francia con un queso o a Holanda con un tulipán". Romeu explicó que al "oficio de humorista gráfico se apunta muy poca gente" porque hay que acumular los conocimientos de un editorialista y, además, "decirlo en pequeño, divertido y dibujado".