Aznar critica las "permanentes" reivindicaciones de los nacionalistas

El presidente del Gobierno, José María Aznar, aprovechó ayer un acto de homenaje a la Constitución organizado por Nuevas Generaciones (las juventudes del PP) para reclamar más madurez y reflexión a sus socios nacionalistas que "permanentemente" realizan discursos basados en la reivindicación a pesar de que, como recordó, las Comunidades y Ayuntamientos españoles gestionan el 43% del total de los recursos del Estado.Aznar dejó claro que no cree "conveniente" ni "útil" cambiar la Carta Magna aprobada en 1978: "No es aceptable que se intente quebrar las reglas de la Constitución española arguyendo una reforma que no tiene ningún sentido".

El consenso que llevó al pacto constitucional lo defendió el presidente del Gobierno como un valor que hay que preservar: "Hoy nos ocupamos de hablar de convivencia, de conciliación, de concordia y de posibilidades de futuro. Hablamos de adversarios políticos y no de enemigos irreconciliables. ¿Se puede mejorar esto cambiando o reformando la Constitución?", se preguntó Aznar.

El presidente abogó, en todo caso, por mejorar el texto constitucional utilizando para ello los mecanismos previstos en su propio articulado "porque tiene una respuesta razonable, positiva, a los problemas territoriales de España".

El líder del PP no hizo estas afirmaciones de una manera precipitada o casual. El PP le organizó un acto en el Museo de Madrid con unos 400 miembros de las nuevas hornadas de su partido llegados desde toda España a la capital, para destacar que el discurso tenía a sus destinatarios sobre todo en el futuro. Ante estos jóvenes, Aznar reafirmó su conocida tesis de que esta Constitución será "la vía de entrada en el siglo XXI". Luego calificó la Carta Magna ahora festejada como "la historia de un éxito de la nación española" y lo contrapuso a la frustración de las anteriores, y sobre todo las de los dos últimos siglos en España.

El presidente del Ejecutivo y del PP confesó al principio del mitin de ayer que su primera incursión activa en la política sucedió precisamente hace 20 años en Logroño, cuando convocó con un megáfono un acto de apoyo a la Constitución. "Esa fue mi contribución y 20 años después soy presidente del Gobierno", añadió entre las risas y aplausos de un público que en su mayoría no superaba los 20 años.

Al final reveló que ahora, ya como presidente del Gobierno y del Partido Popular, que celebrará en enero su XIII Congreso, quiere que se identifique a su partido con el que demanda la mayoría de los españoles para los primeros años del siglo XXI, porque aventuró un presagio: "Tengo la convicción de que nos va a tocar gobernar durante bastantes años".