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2.878 contenedores y 1.082 coches ardieron en Málaga por la noche en seis años

Un informe del Cuerpo de Bomberos de Málaga refleja que desde 1993 se han quemado en la capital 1.082 turismos estacionados en las calles y 2.878 contenedores de todo tipo. Estos últimos, ardieron en el 99% de los casos por fuegos fueron intencionados. En los vehículos, el porcentaje es inferior porque algunos incendios están causados por fallos eléctricos. Los daños nocturnos por estos siniestros pueden alcanzar los 11.000 millones de pesetas. Los fines de semana y los meses de verano son los días y la temporada en la que este fenómeno se dispara. La estadística de los bomberos resalta que desde 1993, ningún año se ha saldado con menos de 430 contenedores quemados. En 1996, ardieron 486, cifra que podría superarse este año. En los primeros nueve meses, el fuego ha acabado con más contenedores que los 441 afectados en 1997. También han ardido 40 coches más que los 207 del año anterior. La llegada de nuevos tipos de contenedores para diversificar la recogida de residuos como el papel o el vidrio, o los cambios en el material de los recipientes, no han hecho variar el número de incidentes. Desde hace seis años los bomberos tienen que salir 1,3 veces cada noche para atender una emergencia de este tipo. En el caso de los turismos, la salidas bajan a una cada dos días. Las clases de pirómanos es también variopinta. "Hace un año tuvimos un jubilado que por las noches sacaba a pasear a su perro por la zona centro de la capital y no desaprovechaba la ocasión para quemar los contenedores que encontraba", relata Rafael Rueda, portavoz de los bomberos. Su captura fue fácil porque insistió en su costumbre con los recipientes que reemplazaban a los calcinados hasta que la evidencia permitió su detención. Pandillas El pasado verano la investigación fue más complicada. Una pandilla de adolescentes tomó como objetivo de diversión esas quemas y llegó a sumar como logro hasta siete unidades en una sola noche en la barriada de Ciudad Jardín. Además, actuaron con estrategia premeditada e incluso colocaban obstáculos en la calzada para impedir el paso a los camiones cisternas que acudían para apagar las llamas. Finalmente fueron descubiertos. Son los menos, la mayoría de los incendiarios tienen a la noche como principal aliada. Los vehículos, por su parte, que resultan dañados por los fuegos de los contenedores, por otros incendios o por la costumbre de los delincuentes de calcinar los vehículos robados y utilizados para no dejar huellas.

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