Maragall admite que Cataluña pague más pero reclama la equiparación en las inversiones

VIENE DE LA PÁGINA 1 El ex alcalde barcelonés se mostró poco dispuesto a detallar una propuesta para la financiación de las autonomías. No debió ser ajeno a ello el temor a provocar reacciones contrarias en sus correligionarios del PSOE. Se limitó a exponer cuatro puntos genéricos. Fueron estos: 1. La financiación autonómica debe tender a igualar los sistemas forales con el de las comunidades de régimen general; 2. El Estado, entendido como Administración central, debe gastar menos de la mitad del gasto público, y debe haber una redistribución de la otra parte entre la administración local y la autonómica; 3. el conjunto de las inversiones por habitante de todas las administraciones en las ciudades y áreas metropolitanas de más de un millón de habitantes deberían ser iguales o similares; y 4. La balanza fiscal de las regiones españolas debería ser similar a la de las regiones europeas de renta relativa similar. Maragall dijo que, contra lo que había sostenido Jordi Pujol la semana pasada, la balanza fiscal de las regiones con el Estato es sólo una variable más a considerar en el conjunto del sistema de financiación autonómica, no el elemento que defina la bondad del sistema. Admitió que Cataluña pague un 20% más, incluso un 22% más, dijo, puesto que tiene una renta superior a la media de las regiones de España. "Y en último término es lógico que Extremadura pague menos", añadió. Federalismo cultural Habrá que discutir también sobre la variante del balance fiscal, admitió no osbtante, porque en las regiones ricas de Europa hay un fenómeno generalizado de fatiga fiscal. Pero para llevar a cabo esa discusión hace falta primero, afirmó, que el vicepresidente económico del Gobierno, Rodrigo Rato, "aporte las cifras". La única vez que Maragall dio ayer cifras de dinero fue para rectificar a Pujol. Allí donde el presidente de la Generalitat había dicho el lunes pasado que la fórmula de financiación autonómica pactada por CiU con el Gobierno del PP había reportado a la Generalitat unos ingresos de más de 127.000 millones, Maragall aseguró que los beneficios de la cesión de una parte del impuesto sobre la renta han sido sólo 108.000 millones y no en un año, sino en cuatro. Maragall restó dramatismo a la discusión especifica de la financiación autonómica y incluyó esta cuestión en una conjunto más amplio. Su tesis es que debe haber una "propuesta catalana" para España, que debe ser explicada y defendida con tenacidad. Ese fue uno de sus reproches a Pujol, en una intervención en la que dejó claro el respeto que el presidente le merece. "Pujol debería haber hecho más pedagogía", opinó. En esa propuesta federalista de los socialistas catalanes para España, Maragall cree que la financiación es una parte, el federalismo cultural es otra, y la subsidiariedad, la tercera. Esa complicada palabra significa en el argot político que todo lo que pueda hacer la administración más próxima a los ciudadanos no debe hacerlo otra. Y que todo aquello que pueda hacer la sociedad no debe hacerlo la administración. Maragall se refirió tambien a este concepto como "proximidad". Como ejemplo de lo que quiere decir cuando habla de federalismo, Maragall dijo que el sistema de enseñanza española debería incluir una historia de los pueblos de España. Esa sería una fórmula para que los niños de Andalucía, Galicia, Rioja, Castilla, etcetera, puedan entender qué significa para los catalanes la fecha del 11 de septiembre de 1714, la batalla de Almansa para los valencianos o el abrazo de Vergara para los vascos.