El futuro de las entidades de ahorro andaluzas
Mucho se especula sobre las Cajas de Ahorro, su futuro, sus funciones, el marco territorial, su organización política, etc, y todas las opiniones que se formulan, sin duda llevadas de la mejor buena voluntad, llevan la impronta de la persona, grupo social, organización, partido político..., que la realiza y de su posición frente al "objeto de deseo" que suponen tales instituciones financieras; deseo derivado de la carencia de un propietario jurídico identificable y del poder que manifiestan tanto en el orden económico como de la influencia política, social y cultural que proyectan y ejercen. Hoy en Andalucía se está hablando de una Ley de Cajas de Ahorro, y por aquello de que el Pisuerga pasa por Valladolid, esto me da pie para unirme al coro de las opiniones sobre el futuro de las cajas andaluzas y su papel en la economía de nuestra tierra, desde una visión que sólo es parcial dadas las múltiples perspectivas desde las que abordar análisis sobre el presente y el futuro de estas entidades. Soy de los que opinan que Andalucía, ha adolecido históricamente de poderes económicos que pensaran en su desarrollo económico y su progreso social, muy al contrario los que existían, la consideraron una tierra de ocupación y expolio. Hoy, aunque han cambiado muchas cosas, aún siguen existiendo intereses que entorpecen la posibilidad de que en Andalucía se estructure un sistema financiero que sirva para atender con eficiencia y eficacia las demandas de la economía y sea capaz al mismo tiempo de ser usado para condicionar en parte los grandes movimientos a los que está sometida la economía mundial y en particular la andaluza, para que nuestra economía salga fortalecida. Hay una primera pregunta que algunos se formularán, es necesaria una estructura distinta que la actual? Y una segunda, si es necesaria una nueva, que estructura se propone? La respuesta a la primera pregunta es técnicamente compleja pero su conclusión es sencilla, es un problema de costes. Las entidades financieras que quieran subsistir, no podrán hacerlo, tratando de trasladar su ineficiencia (costes) a la economía real. La convergencia de la economía española con la UE y la liberalización del mercado de capitales, abocan al sistema financiero español y en particular a las cajas de ahorro a una adecuación de su organización en tiempo y forma capaz de disminuir sus costes de estructura, ante la ya evidente disminución del margen financiero. Si a esto añadimos la inversión necesaria en nuevas tecnologías y los costes derivados de la implantación del euro, el reto a corto plazo es importante. En esta coyuntura, habrá entidades que no se resignen y pretendan recorrer ese camino a solas, con proclamas a "lo nuestro" y seguro que lograrán salir adelante, pero mientras consumen energías en conseguirlo el ritmo de los acontecimientos habrá cambiado el escenario y el esfuerzo realizado solo habrá servido, para mayor gloria de unos pocos en detrimento de los más, pues Andalucía y sobre todo los andaluces, seguirán sin disponer de un instrumento financiero sólido y potente, que aliado con el resto de fuerzas económicas y sociales sea capaz de conseguir que parte del flujo de la economía pase necesariamente por Andalucía, como hacen otras entidades financieras con su tierra. No sería la primera vez, los reinos de taifas son parte de nuestra cultura. Es cierto que Andalucía es muy grande, que existen muchas sensibilidades, desigualdades territoriales que resolver y que por tanto cualquier proceso de estructuración del sector de cajas andaluzas, puede levantar reticencias, ante el fantasma de prácticas de centralismo andaluz no querido, pero aún con este riesgo es necesario abordar un esquema de organización del sector que consiga en un solo paso los objetivos enunciados, eficiencia y capacidad de intervención en las estrategias empresariales que aporten desarrollo a Andalucía. Hace cinco años, propuse una formula y una estructura territorial, aquello fue abortado por los que sólo ven a las cajas desde la óptica de la política y del corto plazo, pasados seis años no se a avanzado nada y los problemas que ya se intuían han comenzado a aflorar, hoy existen cajas en Andalucía, con dificultades sobrevenidas por el nuevo escenario económico y lo único que se ha avanzado ha sido en las manifestaciones últimas del presidente de la Junta sobre la urgencia de acometer en Andalucía un proceso de fusiones. No se dice cual es el escenario final, no se razona la necesidad y una vez más estamos ante el peligro de ver a las Cajas como un asunto político, olvidando que son empresas y que no son ajenas a la evolucion de la economía y que por tanto su existencia está condicionada en primera instancia a su capacidad para adecuarse al nuevo entorno económico.
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