UNA PENSIÓN PARA "PLATERA"

Una pensión vitalicia -pagada por las arcas municipales- y un establo. El Ayuntamiento de Abarán, Murcia, ha aprobado una subvención de 8.000 pesetas mensuales para contribuir al mantenimiento de la burra Platera. Todo comenzó cuando un octogenario de la localidad, el señor Parrales, mostró su tristeza porque el último burro de su propiedad, con 19 años de edad, estaba cerca de la muerte. Los jóvenes de este pueblo murciano decidieron que no podían salvar a las ballenas del Pacífico pero que sí podían hacer algo por los burros, esa especie en peligro de extinción. El movimiento espontáneo nació en el bar Flota. "Pusimos un bote para la causa y, entre unas doscientas personas, recogimos las 50.000 pesetas para comprar una burra en Ricote ", señala Roberto Rodríguez Soler, de 32 años, al contar el proceso que les llevó a comprar hace año y medio a Platera, la burra de siete años que sustituye al difunto asno de Parrales. El nombre se lo pusieron después de una votación entre 33 amigos. A la burra le gustan la cerveza y el vodka con limón, además de la hierba fresca y retozar por la pradera. Claro que, a cambio de la subvención, Platera hace trabajos para el Ayuntamiento, como tirar de carrozas y otras cosillas: ella fue la protagonista de las últimas fiestas en honor de los santos Cosme y Damián. "Los padres traían a los críos y les dábamos una vuelta; parecía la cabalgata de los Reyes Magos", recuerda Roberto.- ,