Madres israelíes se movilizan contra los ataques en Líbano

"Queremos que nuestros hijos salgan de Líbano". La guerra que Israel mantiene desde hace más de trece años con Siria y Líbano empieza a ser impopular. La organización pacifista Cuatro Madres, liderada entre otras por la española María Ofir, se ha convertido en Israel en la principal plataforma de oposición al conflicto. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ordenó ayer un nuevo bombardeo contra posiciones de la guerrilla integrista de Hezbolá, en represalia por la muerte reciente de cuatro soldados.

"Tenemos que salir de Líbano, de la misma manera como entramos; sin pedir permiso a nadie", afirma Maria Ofir, de soltera Girón, de 49 años de edad, natural de Granada, vecina de la localidad israelí de Carmiele, en el norte del país, a poco menos de 50 kilómetros de la frontera con el Líbano.María, médico oftalmólogo, casada con un israelí hace 25 años y madre de tres hijos, es una de las líderes del movimiento pacifista Cuatro Madres, fundada en 1997. Su único objetivo es obligar al Gobierno a retirarse de Líbano, acabando así con una guerra que este año ha causado más de 23 muertos en filas israelíes.

"Fui una de las primeras militantes de esta organización. Prácticamemente soy una fundadora, por eso me considero la quinta madre. Las otras cuatro creadoras de la asociación, de las que la plataforma tomó su nombre, fueron las madres de otros cuatro soldados, oriundos de un kibutz del norte, que en aquel mes de febrero de 1997 encontraron la muerte, junto con 69 militares más, en una operación bélica en la región ocupada. Las dimensiones de aquella catástrofe me hicieron reflexionar en el sentido de que había que salir por todos los medios del embrollo, abandonando una tierra que no es nuestra", recalca.

Los militantes y seguidores de Cuatro Madres salieron por última vez a las calles de las principales ciudades de Israel el viernes, al conocerse la muerte de cuatro soldados que, en poco menos de 24 horas, habían sufrido sendos atentados mortales con minas accionadas a distancia.

"El Gobierno ha colocado a nuestros soldados en el sur de Líbano para convertirlos en muro de contención de la guerrilla islamista de Hezbolá y proteger a nuestras ciudades del norte. Pero nosotros creemos que si abandonamos la franja de seguridad, los fundamentalistas no nos atacarán en el interior de nuestro país y podremos vivir en paz", añade. E insiste en que su posición refleja la resolución 425 de la ONU, que ordenó al Ejército israelí en 1965 la retirada de la zona.

El movimiento Cuatro Madres, tildado de antipatriota por sectores belicistas, está logrando cada día más adeptos de una comunidad que todo lo que desea es vivir en paz. Para muchos simpatizantes su movilización empieza a tener paralelismo con el vivido en EEUU en los sesenta contra la guerra de Vietnam.

A Netanyahu parece no preocuparle la protesta silenciosa de estas pacifistas, ni los sondeos de opinión pública que aseguran que el 40% de la población está a favor de un repliegue incondicional. Ayer, desoyendo todas estas voces, el jefe de Gobierno ordenó de nuevo a sus aviones sobrevolar y bombardear la zona de conflicto, en represalia por la muerte de cuatro soldados. Los aparatos martillearon durante la pasada noche con misiles los alrededores de la ciudad de Tyro, a poco menos de 100 kilómetros del sur de Beirut, así como otros puntos próximos a zonas habitadas. Ayer no había balances de daños ni de víctimas.