El sondeo del CIS ratifica el despegue del PP y el problema de liderazgo del presidente

El último barómetro político del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), presentado ayer por el Gobierno, ratifica el "momento dulce" que atraviesa el PP, que empieza a consolidar su despegue electoral del PSOE, y confirma que José María Aznar sigue sin calar entre los españoles. El PP obtiene en este sondeo la mayor distancia en estimación de voto con respecto al PSOE en esta legislatura, 4´3 puntos, que se quedan en 3´2 en intención directa de voto y en sólo dos si se suma a ese factor la simpatía hacia un partido. Desde las primarias de abril, que catapultaron a su candidato, José Borrell, el PSOE ha perdido 6´1 puntos. Pese a los conflictos desatados entre los líderes socialistas, Aznar sigue mostrando sus carencias: está peor valorado que Joaquín Almunia.

Como cada tres meses, cuando se presenta el barómetro político del CIS desde que llegó el PP al Gobierno, ayer se originó otra polémica sobre la interpretación de esta encuesta oficial. Para el Gobierno, según enfatizó el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José María Michavila, su resultado se traduce en "la consolidación del despegue del PP" y "demuestra que las políticas de hechos y de gestión han calado".El propio Michavila admitió, con cierta suficiencia y pese a estos datos, que aún no ha llegado el momento de explotar electoralmente esa bonanza. Así, rechazó un hipotético adelanto de las elecciones y se declaró más autoexigente: "No es ocasión para echarse flores, sino para seguir regando". El Gobierno opta por "prolongar este trabajo" y "aprovechar todo lo que queda de legislatura" para rentabilizar más tarde los tres nuevos desafíos en marcha: la paz en Euskadi, la lucha contra el paro y el acercamiento del bienestar a la media de Europa.

Réplica del PSOE

El PSOE recibió la encuesta 20 minutos después que la prensa, lo analizó apenas durante una hora y replicó con dureza "la manipulación" hecha por el Ejecutivo. Así, Rosa Conde, ex directora del propio CIS, denunció que no comparte el sistema de cocina de esos datos aplicado personalmente por su sucesora, Pilar del Castillo, y ya no por los técnicos.Conde devaluó el presunto despegue del PP como algo "coyuntural" y se remitió a las series de preguntas sobre intención directa de voto y voto más simpatía, a las que indagan sobre la confianza y el liderazgo de Aznar y a los sondeos propios del PSOE para afirmar que el panorama sigue siendo de "empate técnico" y "razonablemente bueno" para su partido.

El dato de la encuesta -elaborada a finales de octubre- más estimulante para el PP es el de la estimación de voto (4´3 puntos de ventaja sobre el PSOE). De confirmarse esa proyección, el PP aumentaría casi cuatro veces la distancia que obtuvo realmente con el PSOE en las urnas en 1996 (1´2). Además, se alejaría en 3´8 puntos desde el anterior barómetro, confeccionado en julio.

Las perspectivas para el PSOE se agravan al considerar que desde las primarias de abril, cuando gracias al denominado efecto Borrell ese partido se situó 1,8 puntos por delante, el PP recortó esa distancia y le ha tomado 6´1 puntos. Además, la mayoría (28´5%) de los españoles consultados estiman positiva la situación política y económica, se muestran algo optimistas respecto al futuro y aprueban (34"6%) la gestión del Gobierno.

El sondeo confirma, por contra, que el PSOE mantiene un importantísimo suelo electoral (36´6% de votos válidos) pese a la delicada travesía de liderazgo sufrida estos meses. Y la pregunta sobre el recuerdo de voto atestigua de nuevo, como la de autodefinición política, que España es más bien de centro izquierda.

El escollo más grave para el PP que refleja el CIS se llama José María Aznar. Y se desglosa en dos aspectos: uno, general, de desconfianza hacia todos los líderes; y otro, personal, porque no acaba de situarse a la cabeza de los dirigentes políticos del país a pesar de disponer de la plataforma de la presidencia del Gobierno. Antes le superaba Felipe González; luego lo hizo Borrell.

Almunia, el secretario general del PSOE, es ahora el más valorado (4,97), por encima de Aznar (4,91) y Borrell (4,83). Más de la mitad de los sondeados se fían poco o nada de los tres.