"Yuppies" sin ánimo de lucro
Quieren ser empresarios, pero antes tienen que jugar. Por lo menos eso es lo que se ha propuesto el área de Juventud del Ayuntamiento de Málaga -en colaboración con la Diputación y la Caja Rural- con la edición de La aventura del joven emprendedor, un juego de rol que acaba de distribuir en dos institutos y dos asociaciones de la capital. No es un juego de azar: se trata de que, en un plazo de cinco meses, los seis grupos de jugadores hayan creado una empresa en la que poder trabajar. Los participantes seguirán los mismos pasos que cualquier empresario, según explica Isabel Pérez, la coordinadora del área de empleo de Estrategia, la consultora social que ha diseñado el juego. Tendrán que generar la idea investigando las posibilidades que les ofrece el mercado. Tendrán que legalizar su actividad económica como asociación sin ánimo de lucro, que "es la fórmula jurídica que más ventajas y menos costes tiene", y tendrán que concretar el plan de acción describiendo su proyecto, haciendo la planificación financiera y estudiando los recursos humanos existentes. "No se trata de decirles la empresa que tienen que crear, sino de que los chavales empleen sus propios recursos, piensen ideas y adquieran las habilidades que necesitan", explica Pérez. De hecho, lo único que saben de antemano es que se van a constituir como asociación. El resto lo irán determinando sobre los tres tableros de juego, las pistas y orientaciones que se incluyen en tarjetas, además de la supervisión de un monitor que ha sido formado para tal fin. Pero La aventura del joven emprendedor es mucho más que un juego de rol. Los grupos de jóvenes no sólo tendrán que imaginarse que son empresarios, sino que tendrán que serlo de verdad. "El juego es absolutamente vivencial", comenta Pérez. "Cuando los jóvenes estén en la primera fase, elaborando la idea, tendrán que salir a calle para estudiar el mercado o investigar los resultados de empresas similares a la que hayan propuesto", agrega. Por eso está tan ilusionada Eva Hernández, una estudiante de 1º de Animación del instituto de Ben Gabirol, uno de los centros que participan en el proyecto junto con el de la Rosaleda, la asociación universitaria AISEC y otra organización que aún está por determinar. "Me interesó el juego, no sólo porque puede ser entretenido, sino también porque, a través de la formación que nos van a dar, nos preparan para montar una empresa de verdad", comenta esta joven que, a pesar de ir vestida de ejecutiva, nunca había pensado en convertirse en empresaria. Y es que, según Pérez, la situación del mercado laboral va a exigir a los jóvenes algo más que preparar unas oposiciones. Al menos, ése fue el resultado de un estudio que realizó Estrategia a principios de los años noventa: "Nos dimos cuenta de que para reducir el índice de paro juvenil era necesario fomentar el autoempleo y el problema de los jóvenes no es la falta de iniciativa ni de creatividad, sino que no saben cómo poner en marcha las ideas que tienen". Pérez cree que, con este juego, todos terminarán ganando. Ya se ha experimentado con un grupo de jóvenes en Torrox (Málaga) y ha sido un éxito. "Han terminado montando Pandora, una empresa de animación sociocultural. Ya están trabajando y les va bien". Por eso ocho municipios más de la provincia -Álora, Nerja, Villanueva de Algaida, Torrox, Tolox, Fuengirola, Torremolinos y Alhaurín el Grande- terminarán jugando "a este juego que no es otro que el de la vida".
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