La exportación cae un 3,1% en septiembre por el menor crecimiento económico mundial

Las exportaciones sufrieron una brusca caída durante el pasado mes de septiembre, al bajar un 3,1% en relación al mismo mes del año anterior. La caída trunca los aumentos de los meses anteriores. Fruto de este descenso, en los nueve primeros meses del año las exportaciones redujeron su crecimiento al 11,1%, casi tres puntos por debajo de la que se registraba hasta el verano. La pérdida de fuelle se debe al descenso de la actividad económica mundial tras la última crisis financiera, dijo el vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, aunque consideró que se trata de un bache pasajero.

Rato no descartó que la desaceleración de las exportaciones, que se produjo en el momento álgido de la crisis financiera internacional, siga en los próximos meses, pero añadió que a medio plazo "las encuestas dicen que las perspectivas mejorarán". El vicepresidente y ministro de Economía hizo estas manifestaciones durante su participación en las jornadas económicas organizadas en Madrid por el semanario británico The Economist, con la colaboración del BCH y la SEPI.Posteriormente, y en el mismo foro, la secretaria de Estado de Comercio, Elena Pisonero, concretó que tras la caída de septiembre las exportaciones en las aduanas han pasado de crecer a un ritmo del 13%-14% al 11,1% en los nueve primeros meses del año. Pisonero dijo que en todo caso "habrá que esperar a final de año" para ver una tendencia más de fondo.

La brusca caída exportadora de septiembre dejó el volumen de ventas al exterior ese mes en 1,31 billones, mientras que las exportaciones crecieron un 6,2%, hasta alcanzar 1,76 billones. La diferencia entre ambas partidas arrojó un déficit comercial de 456.800 millones de pesetas, un 46,4% más que en el mismo mes del año anterior. La caída de las exportaciones en septiembre fue mayor con los países ajenos a la Unión Europea (UE), con un descenso del 14,9%. Las ventas al resto de la UE bajaron un 1,6%.

En los nueve primeros meses, el déficit comercial creció un 27%, con unas exportaciones de 12,11 billones y unas importaciones de 14,60 billones. El crecimiento exportador se frenó hasta el 11,1%, mientras que la importación sigue fuerte y aumentó el 13,6% por el tirón que mantiene la demanda interior, representada por el consumo y la inversión.

Las fuertes entradas de divisas por turismo acumuladas durante el verano han permitido cerrar los nueve primeros meses del año con un superávit en la balanza corriente de 294.300 millones, según el Banco de España.

Rato se esforzó en explicar que hay elementos que permiten vislumbar que la desaceleración del crecimiento mundial es pasajera y citó las medidas de estímulo económico en forma de reducción de impuestos aprobadas en Japón, la ayuda financiera internacional concedida a Brasil y el desbloqueo de la aportación estadounidense al Fondo Monetario Internacional (FMI) decidida recientemente por el Congreso de EEUU.

Rato cree que pese al cambio de color político que se ha producido en Europa, a favor de los partidos socialdemócratas, no habrá relajación en los objetivos de déficit público y proseguirá una política de control del gasto, entre otras cosas "porque una política fiscal restrictiva dará más margen para la política monetaria" que decidirá a partir de enero el Banco Central Europeo. Insitió en que el déficit público en España estará cercano a desaparecer a partir del año 2000. "No se trata de llegar a un déficit cero sobre el producto interior bruto, pero sí a un déficit del 1%", frente al al 2% actual.

Rato añadió que una vez logrados los objetivos de reducción del déficit, tipos de interés, deuda e inflación, "los objetivos nominales que han permito acceder al euro", hay que alcanzar la convergencia real para acercar la renta española al promedio de la Unión Europea. El vicepresidente dijo que, fruto del mayor crecimiento español, la renta por habitante llegará en España al 80% de la media europea en 1999, frente al 78% en 1997.